AnĆ”lisis Editorial – Entre LĆneas por Jean Flores Quintana, Cientista PolĆticoĀ
La Tercera, el domingo 26 de noviembre, titula en su editorial: āPeligrosa desconexión de la polĆtica ante la inseguridad ciudadanaā, ademĆ”s destaca el pĆ”rrafo, āes muy preocupante que justo cuando el temor ante la delincuencia alcanza niveles sin precedentes, la agenda de seguridad se estĆ© politizandoā, y luego agrega, āesta politización inconducente es irresponsable y no beneficia a nadie, y solo ahondarĆa en la peligrosa falta de confianza en el Gobierno, los partidos y el Congresoā.Ā
Al parecer, para La Tercera los problemas de seguridad no se resuelven con polĆtica, por tanto no se politizan, sino que se resuelven de otra manera, militarizando las calles, viviendo permanentemente bajo Estado de Excepción Constitucional, garantizando impunidad a violadores de derechos humanos, recortando libertades y realizando controles de identidad, pero no a cualquiera, ojo con esto, solo a los potenciales enemigos internos; pobres, mapuches y migrantes de piel morena.Ā
La tĆ”ctica de generar sensación de caos e inseguridad social, polĆtica y económica lleva dĆ©cadas siendo utilizada por las derechas con objetivos electorales en Chile, y en gran parte del mundo.Ā
Una primera explicación de esto dice relación con el abordaje que dan los partidos polĆticos a los problemas -y soluciones- vinculados con la seguridad. Para las fuerzas democrĆ”ticas atacar de raĆz los problemas de la delincuencia va de la mano con invertir mĆ”s y mejor en vivienda, transporte, deporte, culturas, medio ambiente y educación, mientras que para las derechas el asunto se soluciona tapizando las calles con carabineros fuertemente armados y que, en lo posible, no rindan cuenta de sus actos ante la justicia civil, prueba de ello es la ley gatillo fĆ”cil.Ā
Por cada miembro de una red del narco que cae preso, diez muchachos esperan ocupar ese lugar. Ante esto, cabe preguntarse, Āæpor quĆ© razón un adolescente toma la decisión de desertar del sistema escolar para arriesgar su vida en el mundo delictual?Ā
Esto estĆ” mĆ”s allĆ” de la simple diferenciación entre buenos y malos, esto tiene que ver con el futuro y las oportunidades que estĆ”n viendo los jóvenes, principalmente de sectores populares, aunque no es exclusivo de las poblaciones.Ā
Cuando un niƱo de diez aƱos delinque, sea la razón que sea, demuestra la ausencia de una estructura social que proteja y acoja a los infantes cuando la familia deja de hacerlo, o peor, cuando no hay familia.Ā
Las derechas y la prensa burguesa, hicieron gĆ”rgaras con el cisarro, ellos le significaron como sĆmbolo para poner mano dura a la delincuencia juvenil. ā50 veces detenido antes de cumplir los 15 aƱosā, āsu primera detención fue a los nueve aƱosā, rezaban los titulares de diarios y noticieros. Sin embargo, si se le da media vuelta al asunto podemos ver que estamos frente a un fracaso rotundo y vergonzoso de las polĆticas de Estado en materia de protección a los menores de edad, y la derecha saca rĆ©ditos polĆticos con ello.Ā
Sin ir mĆ”s lejos, justamente el plebiscito de salida de la primera propuesta constitucional estuvo marcada por estas dos cuestiones; que de ganar la opción Apruebo el paĆs se irĆa por el despeƱadero, y desde un mes antes de elección, segĆŗn los medios de comunicación de la clase patronal, Chile, si no era el lugar mĆ”s inseguro del mundo, al menos, pegaba el palo.
El 17 de diciembre enfrentamos un nuevo plebiscito constitucional, al igual que en el anterior, marcado por la agenda de delincuencia. Los mismos que ganaron con el rechazo, hoy quieren imponer su constitución anti-pueblo mediante el miedo. Durante los gobiernos de PiƱera no sólo no se les acabó la fiesta a los delincuentes, por el contrario, tributaron en paraĆsos fiscales, generales se hicieron multimillonarios, vendieron información privilegiada y hasta redactaron leyes de pesca. Todo muy de derechas, todo muy normalizado por la prensa hegemónica.Ā