Alcaldes de oposición realizaron un crudo análisis de la realidad administrativa que debieron enfrentar a tres semanas de asumir sus cargos.
En primer término la alcaldesa de Santiago Iraci Hassler comentó que ha heredado un déficit presupuestario de la gestión de la Derecha cercano a los 7 mil millones de pesos, sin contar una serie de deudas de arrastre en otros servicios municipales.
La edil capitalina acusó además un desorden financiero y la negligencia de no pagar contratos de prestaciones y remuneraciones funcionarias pese a haber recibido los recursos para este efecto durante la administración de Felipe Alessandri.
Desde una perspectiva más positiva, Irací Hassler reconoció que están desarrollando su programa de gobierno comunal, comenzando con la incorporación de Santiago a las Asociación de Farmacias Populares, Achifarp.
Cristóbal Labra, alcalde de San Joaquín encontró un municipio en donde se trabaja de manera muy arcaica y lejana a las necesidades que hoy existen en el ámbito digital.
El jefe comunal de San Joaquín señaló que aún persisten hechos anómalos e irregulares en materia de cargos de confianza heredados en la administración anterior, lo cual están en proceso de normalización.
Por su parte, la alcaldesa de Lo Espejo, Javiera Reyes, manifestó que el bajo prepuesto local y la improvisación han sido los principales escoyos con que se ha encontrado al asumir el cargo.
Otro de los puntos negativos señalo por Javiera Reyes al asumir como edil, fue la ausencia de información requerida y la obligación de reestructurar la estructura municipal.
Finalmente, todos los jefes comunales coincidieron en la urgencia de cambiar un sello de gestión, pasando desde los caudillismos y los favores políticos a una estructura mucho más institucionalizada y de políticas públicas, concluyeron.