“Dictadura/resistencia: los grupos de salud poblacionales” se llama el documental que aborda el rol que jugaron las mujeres pobladoras en los grupos de salud conformados durante la dictadura y que en los años 80 llegó a ser una potente y amplia organización.
La pieza audiovisual fue creada en el marco de la conmemoración de los cincuenta años del Golpe, señala Margarita Ibarra, Coordinadora de la Comisión de DDHH del Colegio de Enfermeras y quien fue parte de uno de los grupos que nacieron en aquellos años en la comuna de Peñalolén.
“Este documental tiene una duración de 20 minutos, pero la verdad es que fueron 10 horas”, relata acerca del emotivo encuentro que significó reunir a varias de las cientos de mujeres que integraron los más de 260 grupos en la Región Metropolitana, más otros que surgieron en algunas provincias del país.
El documental, precisa Margarita, no sólo visibiliza el rol que tuvieron las mujeres durante la dictadura, sino que también releva el heroísmo de aquellas que arriesgaron su vida para cuidar la salud y la vida de otros, así como las trabas machistas que tuvieron que enfrentar.
Estos grupos se fueron formando con el apoyo de la Vicaría, de otras organizaciones no gubernamentales y de profesionales de la salud que fueron a capacitar a las mujeres a diferentes sectores de Santiago.
“Esto empezó cuando empezaron a salir las y los presos, los detenidos. Necesitaban auxilio médico”, recuerda la representante del Colegio de Enfermeras, detallando el amplio espectro de labores y actividades que llevaron a cabo las mujeres atendiendo heridos de las protestas, realizando campañas de salud e incluso actividades para la alimentación y recreación de los niños.
Una lucha clandestina por la vida
“Me juntaba con el grupo de salud Yacolen (en Peñalolén). Mi labor era capacitarlas, pero iba más allá”, cuenta Margarita Ibarra acerca del saber popular que aportaron también las pobladoras, particularmente con las hierbas medicinales en tiempos donde los insumos médicos escaseaban y enfermedades como la pediculosis y la sarna afectaban a un importante número de personas.
“Allí con el apoyo nuestro se aprendió a sacar balines. Los milicos venían de noche y la gente sabía que tenía que prepararse y para eso se prepararon también ellas”.
“Sus hijos relataban: Nos dejaban encerrados para salir a cuidar… y ellos quedaban esperando a sus madres que salían a buscar a los heridos para llevarlos a los policlínicos”, recuerda:
En los años 80, las organizaciones de salud, decidieron conformar la Coordinadora, apunta Margarita Ibarra. “Las dirigentes de diferentes puntos de Santiago deciden actuar como una sola coordinadora lo cual, por sus propias palabras, las salvó de no sentirse solas, pues era un trabajo clandestino, era un trabajo peligroso”.
“Todavía están allí, vivas y aún no hay un reconocimiento”, advierte la representante: “Hay que sacar a luz todo lo que sucedió en ese tiempo tan terrible. No sólo estaban aquellos luchando de frente contra la dictadura sino que todas esas mujeres que, como de costumbre, con esa humildad que tiene la mujer pobladora, cumplieron un rol importante: salvar vidas y cuidar a los más débiles” .
El documental fue producido gracias a la colaboración conjunta del Colegio de Enfermeras de Chile y al Departamento de Derechos Humanos del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile.
Prontamente, el trabajo audiovisual será exhibido en España y Argentina, mientras que para todo público, está disponible en la plataforma de vimeo.com