En conversaciĂłn con David Hevia, escritor, poeta y Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile, se refiere a su mĂĄs reciente Libro âAfrodita y Helenaâ, obra publicado por Marciano Ediciones y que este viernes 17 de noviembre se presentarĂĄ en la Feria del libro FILSA en la EstaciĂłn Mapocho, a las 18:00 horas.
Desde un relato original en el que confluyen la dramaturgia, la lĂrica, el ensayo y nutridos comentarios, la obra es una nueva recreaciĂłn del mito griego de Helena de Esparta, pero que desde un fino examen recoge las sugerencias que la misma antigua narraciĂłn entrega.
âAfrodita y Helenaâ es el nombre de tu nuevo libro, donde reaparece el mito griego de Helena, hija de Zeus y Leda, considerada la mĂĄs bella deidad, esposa de Menelao, amante de Paris y por quien se habrĂa desatado la guerra de Troya. ÂżCuĂĄl es la importancia de estas dos figuras femeninas en la actualidad y que has querido resaltar de ellas en tu creaciĂłn?
Para mĂ siempre han sido importantes en la investigaciĂłn sobre estĂ©tica contemporĂĄnea y antigua, los derechos de gĂ©nero. Ese es un tema muy latente en este libro. Yo me hice la pregunta hace un buen tiempo ÂżQuiĂ©n gobernaba Itaca en esos veinte años en que Ulises no estuvo? Estaba la guerra -diez años- y despuĂ©s vino de regreso. Pues bien, el verdadero monarca de Ătaca durante dos dĂ©cadas fue PenĂ©lope, y eso es deslizado inteligentemente por Homero. No lo dice tan claramente como lo estamos señalando aquĂ, pero esa es la situaciĂłn. Y la monarquĂa de Ătaca no cayĂł, no fue destruido el palacio, nada de eso. Todo quedĂł incĂłlume a pesar de la agresiĂłn sistemĂĄtica de los pretendientes veinte años despuĂ©s de la partida de Ulises. Por lo tanto, lo que en el mito antiguo ya se estĂĄ planteando, ya se estĂĄ sugiriendo en la pluma de Homero, es un protagonismo muy relevante de los personajes femeninos, a pesar de que se estaba viviendo entonces, ya una cultura eminentemente patriarcal. Por eso estos detalles quedan señalados de manera relativamente sofisticada en los textos antiguos.
Pero podemos decir lo mismo respecto del regreso de Ulises a Ătaca porque Ă©l estĂĄ atrapado -por decirlo asĂ- en el mito y no puede regresar, y quien encabeza la asamblea de los dioses para exigir el regreso de Ulises a Ătaca es Atenea, la diosa. No es Zeus, no es Apolo, no es Hefesto. Eso en torno al mito de La Odisea y en torno a La IlĂada que narra la guerra misma y la causa. Y ahĂ hay que tener una atenciĂłn interesante: siempre se dice que la causa de la guerra de Troya fue el rapto de Helena por parte de Paris, pero lo que no se dice y que sĂ sugieren los historiadores antiguos -hablemos de Herodoto, de TucĂdides, de EstrabĂłn – es que Helena, mĂĄs allĂĄ del personaje mitolĂłgico que todos conocemos, fue antes un personaje histĂłrico que los sacerdotes egipcios y jerarcas dejaron registro. Helena era una gran lĂder y conspiradora polĂtica que tenĂa como aliados a los jerarcas egipcios. Por lo tanto, lo que se sugiere en mi obra es que Helena trama el rapto. No es que ella sea un sujeto pasivo emprendida por un hombre, ella tiene un plan y ese plan tiene que ver con conquistar Troya, entre otras cosas. No soy el Ășnico que piensa algo semejante, pero yo sĂ me atrevĂ a ponerlo por escrito y hacer las referencias historiogrĂĄficas y mitogrĂĄficas correspondientes. Hay varias cosas que el mito antiguo estĂĄ sugiriendo en ese sentido y una de ellas, que nos entrega una pista importante para entender que este rapto fue provocado por Helena, es que ya habĂa sido raptada antes. Entonces, en uno de los diĂĄlogos que hago hablar a Afrodita con Helena, Afrodita notifica a Helena que ella sabe perfectamente que eso fue urdido por ella y que todo lo demĂĄs es simplemente el discurso pĂșblico con lo que la institucionalidad prefiere conformarse en una cultura patriarcal. Y Afrodita, en conversaciĂłn con las otras diosas principales, Hera, esposa de Zeus y con Atenea, les dice en su cara âLas divinidades no existenâ. Entonces, en la obra que yo escribĂ, hay un permanente cuestionamiento; hay una crĂtica a la sociedad tanto de entonces como a la que vivimos. Pero esa crĂtica estĂĄ siendo voceada principalmente por personajes femeninos. Afrodita vendrĂa siendo -ya que no existe-, la conciencia de Helena de Troya.
ÂżEs posible detenerse en la figura de Afrodita que la asimilas a la conciencia, a algo que no existe? y tambiĂ©n en su relevancia como diosa del amor y la belleza, algo presente en la antigĂŒedad de una manera multicultural ÂżQuĂ© ha sido para tĂ de inspiraciĂłn en esta diosa?
Pasa que Afrodita en la Ă©poca en que Homero escribe estas obras que son antes de Ă©l, ya historia presente en un montĂłn de leyendas de tradiciĂłn oral, Afrodita es por ejemplo por el año 1300 ac medio milenio antes de Homero, es diosa del amor carnal para distinguirla de Eros que es el dios del amor ideal, del amor platĂłnico. Pero mira la sabidurĂa antigua: el amor carnal es primero y el amor abstracto, ideal es despuĂ©s. Eros es hijo de Afrodita y no al revĂ©s. Entonces, el tema de los tiempos cuĂĄndo surgen los dioses, cada dios, es un tema relevante en el examen y es importante lo que preguntas sobre afrodita, no fue siempre la diosa del amor carnal. Antes de eso, sus diosas antepasadas, de origen fenicio, de origen egipcio, de origen mesopotamico, AstartĂ©, por ejemplo, Ishtar de donde se inspira y desemboca la idea de Afrodita griega, son diosas al mismo tiempo del amor carnal, pero tambiĂ©n de la guerra y de la fertilidad. Y van juntas, cosas que despuĂ©s que se exacerba el patriarcado y se busca debilitar el poder de las mujeres en la sociedad se separan en diosas distintas. Entonces en la cultura antigua va a llegar un momento en que van a tener diosas de la fecundidad por una parte y diosas del amor carnal por otra. Y van a tener diosas del matrimonio, por otra parte, como el caso de Hera. Entonces ese examen estĂĄ tambiĂ©n ahĂ presente y por eso es tan relevante el examen histĂłrico que estĂĄ puesto en boca de Afrodita en la obra que estĂĄ escrita en diĂĄlogo, pero no en cualquier tipo de diĂĄlogo. Yo hago que los personajes mitolĂłgicos dialoguen en diez capĂtulos, pero es diĂĄlogo socrĂĄtico. Cualquiera que ha leĂdo los âDiĂĄlogosâ de PlatĂłn, se va dar cuenta de que el estilo es estrictamente socrĂĄtico, de una Ă©poca muy posterior al mito y a la escritura que hace Homero de La IlĂada y La Odisea y todo ese aparato mitogrĂĄfico antiguo.
Pero juego tambiĂ©n con los tiempos estilĂsticamente, en el sentido que aparte de los diĂĄlogos de estilo socrĂĄtico, hago que Paris le hable a Helena en verso hexĂĄmetro dactĂlicos eĂłlicos, es un verso muy antiguo, posterior a Homero que utilizĂł la poeta griega Safo, eminencia de la poesĂa, pero tambiĂ©n un baluarte de las luchas antiguas de gĂ©nero. Entonces, Helena queda encandilada porque Paris le estĂĄ hablando en un verso que en la Ă©poca de ellos todavĂa no existe. Es como si Vicente Huidobro le leyera de golpe a Gabriela Mistral en su Ă©poca un pasaje de Altazor. En otro pasaje, que es el Ășltimo diĂĄlogo, completo estĂĄ escrito en versos alejandrinos que son versos medievales. Entonces, yo entrego pistas estilĂsticas para que el lector vaya comprendiendo que estos personajes, a pesar de ser muy arcaicos en la mitologĂa, se estĂĄn refiriendo a todos los tiempos y estĂĄn haciendo un examen de la historia universal.
Y si hay un lector atento como bien decĂa en un artĂculo El Mostrador va a descubrir que varios de estos personajes estĂĄn parafraseando citas de pensadores y creadores muy cĂ©lebres para nosotros. EstĂĄn parafraseando a Marx, a Violeta Parra, a la misma Gabriela Mistral, a Simone de Beauvoir . Hay un uso estĂ©tico del mito antiguo para referirnos en esta obra a todos los tiempos de la humanidad. AquĂ hay investigaciĂłn, y como resultado de ella, hay diĂĄlogo, hay verso, hay ensayo.
A propĂłsito de estos temas universales, creo que el amor sigue siendo un tema muy particular, en el sentido que es una experiencia comĂșn, pero aĂșn asĂ resulta ser algo medio incomprensible, sobre todo en esta Ă©poca contemporĂĄnea. ÂżCĂłmo confluyen el amor, el placer, el deseo, incluso la propiedad en tu libro? Los dioses hablan de ellos en tu trabajo, incluso con los personajes mĂĄs mundanos.
Hay que decir que en el mito antiguo el prĂncipe Paris debe decidir quiĂ©n es mĂĄs hermosa entre Afrodita, Atenea y Hera. Lo que yo hago, desde el primer diĂĄlogo es invertir los tĂ©rminos del asunto. En vez de el juicio de Paris, que asĂ se llama ese concepto, incluso en la pintura,  lo que yo hago es poner el tĂtulo âParĂs enjuiciadoâ y ellas tres, dialogando, lo enjuician. Es muy relevante lo que señalas porque la diosa Hera, ademĂĄs de ser la esposa de Zeus, es la diosa del matrimonio, y por lo tanto, de la propiedad y del celo. Mira la correlaciĂłn que ya los antiguos hacĂan sobre esos temas. Y Afrodita, en cambio, que es la diosa del amor carnal, ella no se hace cargo de la instituciĂłn matrimonial, por supuesto tampoco del celo, por lo tanto, de esa esfera privada del celo. Esa es un poco la discusiĂłn que tienen entre ellas, hasta que se van progresivamente poniendo de acuerdo, eso creo que tambiĂ©n es interesante. Pero efectivamente, el discurso de Afrodita nos remonta a una Ă©poca anterior al mito, a una Ă©poca en que las sociedades no estaban reguladas por instituciones matrimoniales, y no existĂa esa propiedad sobre las mujeres. Lo que existĂa sanamente, abiertamente, era la voluntad, era el deseo, era la bĂșsqueda. No este espejismo en que en la Ă©poca contemporĂĄnea se confunde el amor con el enamoramiento. Eso marca una distancia entre Afrodita y Eros. Por mucho que sea su hijo, Ă©l es el amor abstracto, es el amor ya enajenado; ella es el amor real. En el mundo antiguo, -quizĂĄs esto sea interesante conocerlo-, la idea de amor, no romantizado como en la Ă©poca contemporĂĄnea, era ser con los otros. Hay una relaciĂłn tan estrecha entre la literatura, el mito y la filosofĂa. De todos modos, para leer este libro que es bastante ĂĄgil, no es necesario ser experto en mitologĂa o historia antigua porque tiene dedicadas notas al pie de pĂĄgina donde se va explicando cada detalle, el contexto histĂłrico, por quĂ© determinado personaje usĂł determinada fĂłrmula para contestar y no otra⊠se aprende mitologĂa e historia.
ÂżCĂłmo se lee tu libro? ÂżSe lee a solas, en grupo? Sus citas, pensamientos e historias, pudieran hacer pensar que rebasan la lectura individual.
Efectivamente, se puede leer a solas -como dices tĂș- , y al mismo tiempo, se puede leer colectivamente que es una experiencia que ya hemos tenido, sobre todo en La Serena, y ademĂĄs, por lo que me han dicho personas amantes de la dramaturgia, esto es algo se puede llevar tambiĂ©n a las tablas. Es decir, se puede hacer una representaciĂłn teatral perfectamente con este libro porque funciona como guiĂłn, como libreto. Hay una forma que al compartir colectivamente estos textos de pensar grupalmente, socialmente, y re examinarnos en nuestra humanidad y en nuestra historia.
¿Este es tu primer trabajo que aborda el género dramåtico?
SĂ. Es la primera vez que lo hago de esta manera. TambiĂ©n hay una razĂłn adicional que es mĂĄs literaria que simplemente referida al mito antiguo, y es que mucha gente cree que la poseĂa es algo que sĂłlo se puede expresar en verso y no. La poesĂa tambiĂ©n se puede expresar en prosa. Y ademĂĄs, podemos en una misma obra reunir verso y prosa, y agregar ademĂĄs la lĂłgica de diĂĄlogo, de conversaciĂłn. Todo eso puede seguir siendo poesĂa -como lo verĂĄn los futuros lectores del libro- y al mismo tiempo ser el resultado de una investigaciĂłn seria de años sobre este tema. Es un tema que me ha apasionado mucho, y eso es algo que rescato mucho de tu pregunta anterior, mis estudios, mis estudios, mis bĂșsquedas, mis afanes, tienen por una parte, mucho que ver con literatura y por otra, con filosofĂa, y lo que yo he hecho en mi vida cotidiana de escritor es reunir esas dos dimensiones, no separarlas. Esa atomizaciĂłn de la realidad es muy propia de la Ă©poca contemporĂĄnea y hay que combatirla. Los grandes pensadores eran polĂmatas, los grandes creadores tambiĂ©n lo eran. Eran artistas, filĂłsofos, cientĂficos, gente que buscaban todas las disciplinas al mismo tiempo, no por separado.