Desde hoy, podremos escuchar un trabajo hecho en la intimidad, con nuevas metodologías y dos relevantes colaboraciones: Álvaro Henríquez y Gepe. La presentación oficial en vivo del álbum será el próximo 20 de junio en Teatro Caupolicán.  Entradas vía Puntoticket.

Dice que es un disco que quería hacer hace tiempo. Este 2020, el chileno presenta un álbum que sabe de amigos, experiencia, madurez, ídolos y su raíz más personal. Son nueve temas los que componen “Aló!” que desde hoy esta disponible en plataformas digitales, de los que ya conocimos “Amar en Silencio”, “Perdido en Viña del Mar”, “Hipnotizada” junto a Álvaro Henríquez, la contingente canción encargada de darle nombre al largaduración, y “Quinta Costa”, su más reciente estreno en el que se da el permiso para sonar más Pedropiedra que nunca.

“Me tenía prometido a mí mismo hacer algo que sonara actual, salido del molde rock-pop en el que estaba cómodamente asentado”, dice Pedropiedra, quien desde el comienzo de su carrera ha experimentado con los sonidos ligados al hip hop y R&B.

Ahora, en “Aló!”, cuenta que se propuso hacer una búsqueda más exhaustiva en aquellas capas sonoras y sus colores, transformando su nueva placa en un trabajo urbano donde el pop y las cuerdas tienen momentos precisos, pero que no roban el protagonismo.

“Este trabajo fue hecho entre muy pocas personas, sin grandes estudios. Sólo un beat, un bajo y un par de acordes por tema. Casero y sin intrusos, como me gusta trabajar”, cuenta sobre las motivaciones que tuvo junto al productor Cristián Heyne, con quien fue capaz de redescubrirse sonoramente.

Ya escuchamos a un Pedropiedra ligado a las cuerdas, también comprometido con el pop, navegante de los sonidos independientes y eterno explorador de las tradiciones modernizadas. Ahora, podemos disfrutar una nueva dimensión en su discografía, que sin complejos recoge de la música lo que le gusta escuchar y hacer.

“Un disco colorido, contingente, con letras entretenidas”, dice sobre el quinto paso de estudio que viene a retomar lo inconcluso de CHC fusionado con lo aprendido en solitario.

La lírica ficticia, la pose en la playa, perderse de manera literal y metafórica, enojarse con el estado de la avaricia, las visiones paranormales, amar, extrañar y rapear, todo junto en este llamado de atención para salir de la zona de confort llamado “Aló!”. Una construcción sonora que navega por toda una década de historia musical, que retrata verdades como cuchillos sin nunca perder el componente lúdico de la composición musical; un trabajo muy fiel al músico, que busca nuevas herramientas pero que jamás deja de sonar como él.

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