Junto a una de las voceras de Ecomemoria, Myriam Bell, se conocen antecedentes del origen de la iniciativa que busca realizar un homenaje a las personas que fueron víctimas de la ejecución y la desaparición forzada, a través del cultivo de árboles nativos que conformarán un espacio de memoria en algunas regiones del país.
La segunda fase del proyecto se inició días atrás en la ciudad de Curacautín. Para quienes deseen participar o aportar, pueden hacerlo a través de la página de la organización ecomemoria.cl