- 12 tracks que traen de regreso el ejercicio de escuchar un álbum en orden y de corrido. Los chilenos expanden su universo sonoro y visual con este primer LP, la consolidación de uno de los espectáculos más interesantes de la noche chilena.
Luego de un año sin música en vivo, chicarica libera una placa pensada como tal; una experiencia de escucha que podría ser concierto, una ambientación capaz de suplir el vacío que nos dejó la pandemia en la música. Luego de presentar “ay tentación”, “hermoso final”, y “arde lento”, la banda anuncia su primer disco largaduración a estrenarse este próximo 29 de enero.
Compartiendo nombre con el último sencillo estrenado, el disco viene a engrosar la historia musical que construyó chicarica con el corto del 2018, “dale mami”. “A diferencia de nuestras publicaciones pasadas donde creamos tocando las canciones juntes en la sala, “arde lento” lo hicimos juntes frente al computador. Con los mismos instrumentos que estábamos tocando en vivo fuimos improvisando en el estudio”, cuentan sobre este cambio de metodología que dejó como resultado una fusión onírica de sintetizadores, bajos eléctricos, incluso batería. Siempre acompañados por el relato críptico y las secuencias envolventes.
Rena Pulgar, Felipe Zenteno, Santiago Farah y Martín Pérez Roa presentan 12 canciones, que más bien son 12 historias que urgen ser escuchadas en orden como si de un cuento se tratara. El deseo, el romance, el agobio, la amplitud, lo rugoso y cándido se encuentran en este álbum que abre sus intenciones con “diamantes ✧✧”, un nuevo sencillo con “estructura de canción que representa bien lo que se viene para adelante; es tu bienvenida al disco”, señalan.
Durante el 2020 lograron bajar el cambio para depositar toda energía en este debut, aprovecharon la digitalización para comenzar a internacionalizar su carrera con buen recibimiento en festivales como Panorama Neutral y Entre Naves, y enriquecieron la experiencia con una colaboración artística junto a Gabriel Garvo, destacado ilustrador encargado de darle vida a la dimensión visual de la banda, que termina la trilogía con “b”; un ejercicio que este 2021 adquirirá nuevas texturas sensoriales para celebrar la llegada del primer álbum de estudio de una de las promesas de la música sudamericana.
