Desde una perspectiva ética y en vista del futuro del país, la secretaria general del Partido Comunista, Bárbara Figueroa, reflexionó sobre la necesidad de un compromiso democrático respecto a las violaciones cometidas en el marco del Golpe de Estado de 1973 y donde parte importante de esos crímenes aún continúan sin resolverse.
“Son minutos para reflexionar lo complejo que es para la sociedad la naturalización de que estas prácticas se puedan repetir, lo complejo que es la cultura del negacionismo de algunos sectores y la justificación de los hechos porque estábamos mal económicamente”.
“Esa mirada tan reduccionista de terminar el gobierno (de Allende) significa que hasta el día de hoy tenemos más de 1400 desaparecidos”, señaló la dirigenta. “Tenemos que reafirmar que el Nunca Más no es sólo respecto a quienes fuimos afectados de manera directa sino que una sociedad no puede permitirse decir -si quiere llamarse democrática- que eso no fue tan terrible”.
“No tiene que ver con que alguien sea o no seacomunista, mirista, socialista, allendista. Tiene que ver con compartir el sentido más básico de lo que es la convivencia humana. No voy a esperar que a otros le ocurra una situación como esa o que me ocurra a mí para recién decir esto no puede volver a ocurrir”.
Por otro lado, la dirigenta del PC se refirió a la construcción social y política que albergó la Unidad popular y que encabezó el presidente Salvador Allende, como experiencias colectivas de soberanía y de bienestar social.
Sin embargo, “frente a ese dato de realidad de que la voluntad política podía generar estos cambios y transformaciones, el golpe de Estado, era quizás el único camino que veían algunos de detener esta sonada”, observó Figueroa apuntando a los antecedentes documentados a lo largo del tiempo que demuestran la intervención orquestada en la región del Cono Sur y por injerencia de EE.UU.
Asimismo señaló que las transformaciones políticas son “procesos que requieren gradualidad, mucha capacidad y conciencia de construcción de mayorías, mucha acumulación de fuerzas política y social, con un alto grado de conciencia de que nos serán procesos fáciles (…) donde algunos son capaces de construir condiciones para romper las democracias”, precisó.
“Es un dato de la realidad y de la historia y eso refleja la relevancia de estar organizados. No basta con la pura declaración; hay que tener capacidad de comprometerse con proyectos que trascienden y si no están todos no tiene sentido”, sostuvo la secretaria del Partido Comunista.
Hermosilla
“Hay un elemento que es importante relevar si uno se pregunta si esta es la mayor crisis que ha vivido el poder judicial, uno podría decir que sí”, observó la dirigenta del PC respecto al caso audios-Hermosilla, que dentro de sus más recientes pesquisas señala a la magistrada Ángela Vivanco dentro de la red de influencias asociadas a los ilícitos que se investigan.
“No es la única ni la primera, pero es una de las más importantes que han dado cuenta de una tensión y crisis de legitimidad, (…) donde todos los poderes e instituciones políticas que constituyen el Estado democrático son impactados por el peso y el valor del dinero”.
La líder comunista también abordó de qué manera la desigualdad acuna la generación de las redes de corrupción y que en lo concreto del caso audios, ha tenido como protagonistas a importantes personeros de la derecha y del anterior gobierno de Piñera:
“Uno esperaría que tenga los más altos niveles de sanciones tanto para quienes no ejercen cargo, pero que lo hicieron en su momento, y de quienes ya están siendo investigados como el propio Hermosilla. Además de todo lo que se tenga que hacer en el poder judicial para restituir la justicia justa”, señaló la secretaria del PC.