La distribución desigual de la tierra y de la gran industria. La concentración de ingresos, la privatización a la educación y la expoliación a los movimientos obreros. Son los pilares de la desigualdad económica en Chile, que el destacado economista y exdirector del Banco Mundial, Andrés Solimano, abordó en su comentario económico de la semana.
Solimano explica que, luego de la repartición de tierras en la conquista española, una elite descendiente, mantuvo el patronazgo de la mayoría de la tierra, y manteniendo su economía arraigada al modelo del inquilinaje. Sistema muy similar al de las encomiendas, punto principal de la explotación en Chile.
Luego de la reforma agraria, la desigualdad se manifestó en el sector industrial, con los enclaves extranjeros, primero del Imperio Británico y luego de Estados Unidos, cuestión que fue remediada, en parte, con la nacionalización del cobre.
Andrés Solimano, comenta que, ya entrando en el siglo XX y el siglo XXI, se acentuó la desigualdad en el sistema de educación, tanto en el escolar como el universitario. Dada la privatización impulsada por la dictadura militar que mermó los avances de la educación pública, realizados desde el Frente Popular en adelante. Y, potencio la inversión de privados y el lucro.
Alta concentración de empresas
Otro de los pilares de la desigualdad económica, nos detalla el economista, es la alta concentración del mundo empresarial, en donde ciertas familias son dueñas de grandes conglomerados comerciales, el mar, la banca, las ISAPRES, los centros comerciales y las clínicas son solo ejemplos de estos casos.
En este modelo, argumenta Solimano, el escenario resulta muy favorable para los dueños de los grupos económicos y muy desfavorable para la inmensa mayoría del país.
El debilitamiento del movimiento sindical
El economista, señala que el golpe de estado y la consiguiente dictadura, es de carácter anti trabajador y anti obrera. Durante la dictadura, además de la represión a los sindicatos, por la vía legal se implementó el “Plan Laboral” en 1979, que redujo la capacidad de negociación de los sindicatos.
En democracia se siguieron preservando muchas cosas de la dictadura y la ley laboral no es una excepción, por lo que, el movimiento sindical se ha mantenido, pero sin las mismas herramientas que permitan negociar de mejor manera el bienestar de las y los trabajadores.
La persistencia de las desigualdades
El ex director del Banco Mundial, asegura que, si uno realiza un recuento de estas desigualdades, notará que tanto la alta concentración de ingresos como de empresas se sigue manteniendo a cabalidad, lo mismo que el debilitamiento del movimiento sindical.
Por otro lado, y aunque no se haya efectuado una privatización completa, desde el retorno de la democracia, Codelco, ha ido mermando en su producción de cobre y las empresas privadas aumentando su protagonismo.