El dirigente del Partido Comunista, Juan Andrés Lagos, entregó sus impresiones sobre el funcionamiento de la llamada “gran prensa” en Chile, a la que tildó de no ser pluralista, sino hegemónica, además de recordarles los montajes y la criminalización de la protesta social que se efectuaron tanto en dictadura como en el presente.
El analista, recuerda que medios chilenos difundieron información totalmente viciada, en donde el caso de la operación colombo destaca por su crueldad, el exterminio de 119 compatriotas que la prensa chilena en conjunto con la DINA quisieron hacer pasar como un enfrentamiento entre camaradas de Partido.
Para Juan A. Lagos el panorama ha cambiado muy poco, y la naturaleza de la industria mediática chilena nos empuja a un periodismo en donde se habla desde las fuentes institucionales sin tomar otros puntos de vista, violando uno de los principios básicos del periodismo que es la contrastación y la averiguación.
Sin ir más lejos, el académico y dirigente del Partido Comunista señala que durante el estallido social, los medios se vieron desbordados por las redes sociales e intentaron tomar una línea más objetiva; sin embargo, eso cambió a los pocos días, para terminar con un discurso generalizado que busca criminalizar la protesta por la vía de la difamación.
Por otro lado Juan A. Lagos, se mostró preocupado por la crisis migratoria que afecta al país, dejando en claro que desde el Partido Comunista siempre se ha intentado una mesa continental para abordar el tema de la migración con urgencia y con altos estándares de derechos humanos.
El dirigente del Partido Comunista valoró también el fallo del tribunal constitucional que desecho declarar inconstitucional la ley que persigue el lavado de dinero. Legislación que los sectores de derecha han buscado frenar desde su inicio.
Por último, Juan A. Lagos se refirió a la visita de la jefa del Comando Sur de EEUU, Laura J. Richardson, que fue recibida por la ministra de defensa Maya Fernández, y por el comandante en jefe del ejército, general Iturriaga en el cuartel de colina, la sede de las Fuerzas Especiales del ejército, con teñida de campaña. “Lo único que hemos recibido, a 50 años del golpe de EEUU, es brutalidad” remata el académico.