Parlamentarios, personeros políticos y gremiales se refirieron a la llegada del exdiputado UDI, Patricio Melero al ministerio del Trabajo, señalando que en medio de la discusión por un tercer retiro de las AFP, el salario mínimo y la reforma previsional, todas estas propuestas sufren un serio e inminente peligro.
Así lo expresó, la exSubsecretaria de Previsión Social y asesora legislativa, Julia Urquieta, agregando que esta designación confirma que la Derecha más dura es la que controla el gabinete de Sebastián Piñera, esto con el fin de frenar las reformas y demandas sociales que Chile demanda urgentemente.
Sobre este mismo tema, la senadora Carolina Goic señaló que Sebastián Piñera echa por la borda cualquier acuerdo sobre pensiones, al poner al frente del Ministerio del Trabajo a un permanente defensor del sistema.
Eric Campos, vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores, denunció que el recién asumido secretario de Estado, es un operador político del gran empresariado dentro del gabinete.
Por su parte la diputada Alejandra Sepúlveda, quien hasta hace poco compartió en la comisión de Trabajo con Patricio Melero, recordó que este último ha defendido permanentemente los intereses del gran empresariado chileno, pero además el sistema de capitalización individual.
En una perspectiva política, el diputado y timonel Comunista, Guillermo Teillier, manifestó que el nuevo ministro del Trabajo fue un activo colaborador entusiasta de la Dictadura, lo que augura un freno lamentable a las propuestas en favor de los trabajadores.
El senador Juan Pablo Letelier expresó que con la designación de un duro de la UDI como ministro, el gobierno demuestra su nulo interés en avanzar hacia un mejor sistema de pensiones.
Todos los dirigentes y parlamentarios advirtieron que al otrora diputado de la UDI por más de 30 años, ha frenado propuestas como la reducción de la jornada laboral a 40 horas, el post natal de emergencia, el impuesto a los súper ricos, los dos retiros del 10 % y reformas estructurales en favor de mejorar las pensiones, lo cual no augura nada positivo precisamente con miras al debate previsional.