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En el día Internacional del gato: ¿Cómo evitar que sufra de tiña, cistitis o problemas cardiovasculares?

El 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Gato, felinos que se caracterizan por ocultar enfermedades debido a su naturaleza de cazadores y de presas. Tres expertos UC entregan consejos de medicina preventiva e información sobre las principales enfermedades que pueden afectarlos para asegurar su bienestar.

Acciones preventivas y señales de alerta

Los felinos son verdaderos expertos en ocultar enfermedades, tanto congénitas como adquiridas, una estrategia desarrollada como mecanismo de defensa debido a su naturaleza de cazadores y de presas.

Llevar al gato a un chequeo con el médico veterinario una vez al año es una medida básica, incluso cuando el animal no presenta cambios físicos o de comportamiento. El especialista debe realizar una revisión general exhaustiva del pelaje, los ojos, los oídos, la cavidad oral, el corazón, los pulmones, el abdomen, las glándulas tiroides, los músculos y las articulaciones.

También, es importante esterilizarlos, idealmente a temprana edad, y cumplir con el esquema de vacunación específico: “En el primer año de vida, es esencial aplicar la vacuna triple felina, la vacuna antirrábica y la vacuna contra el virus de la leucemia felina. Después de este periodo, se debe administrar un refuerzo anual o trianual de la triple felina y la antirrábica, según cada caso. A los gatos que salen de casa y tienen contacto con otros felinos, es clave administrarles la vacuna contra el virus de la leucemia felina”, explica la doctora María Paz Iturriaga, especialista en medicina felina y académica UC.

Algunas señales de alerta que pueden presentar los gatos son: una baja repentina de peso, alteraciones del apetito, cambios en el consumo de agua, en el patrón de sueño, en la micción, en la defecación, en las actividades habituales y en la interacción con las personas.

La Escala de Grimace también permite reconocer malestar o dolor en el animal, a partir de la observación de cambios sutiles en sus expresiones faciales. Actualmente, existe una aplicación que ayuda a identificar ciertas señales que hacen los gatos, como la posición de la cabeza, orejas, ojos y bigotes, así como la apertura de los ojos y la tensión en el hocico. “Es muy útil para los tutores, ya que facilita el hallazgo oportuno de enfermedades o condiciones que afecten al gato”, dice la doctora veterinaria Mariela Goich, especialista en anestesiología y académica UC.

 

Enfermedades y control según la edad del gato

Según la doctora María Paz Iturriaga los gatos atraviesan cuatro etapas en su vida: hasta el primer año, son considerados gatitos; de uno a seis años, adultos jóvenes; entre los siete y diez años, adultos maduros; y a partir de los diez años, seniors.

En cada una de las etapas mencionadas los felinos pueden padecer diferentes enfermedades:

Gatito (0 a 1 año): enfermedades congénitas e infecciosas, como la dermatofitosis o tiña. Se debe llevar al veterinario a un chequeo una vez al mes para la administración de las vacunas.

Adulto joven (1 a 6 años): enfermedades bronquiales, como el asma felina; cardíacas; intestinales; del tracto urinario bajo, como la cistitis; y dermatológicas, como la dermatitis atópica o alergia. Se debe llevar al veterinario a un chequeo una vez al año.

Adulto maduro (7 a 10 años): enfermedades crónicas intestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal; renales, como la enfermedad renal crónica; endocrinas, como el hipertiroidismo y la diabetes mellitus; bucales, como las enfermedades periodontales; y neoplásicas, como el cáncer. Se debe llevar al veterinario a un chequeo una vez al año.

Senior: se presentan las enfermedades de la etapa adulto maduro, pero con mayor frecuencia. Se debe llevar al veterinario a un chequeo dos veces al año.

 

Principales afecciones cardíacas

Como en todas las especies, los gatos no se escapan de desarrollar problemas cardiovasculares, y algunas razas, como el Maine Coon, el Ragdoll y el Sphynx, son más propensas a padecer este tipo de enfermedades. Sin embargo, se ha descubierto que el gato doméstico de pelo corto también es susceptible a padecerlas.

El médico veterinario Pablo Lillo, especialista en cardiología y cuidados intensivos, y académico UC, explicó que entre las enfermedades cardíacas más comunes en gatos, casi el 70% corresponde a la cardiomiopatía hipertrófica felina, patología que se desarrolla cuando el músculo cardíaco comienza a engrosarse hacia el interior de la cámara cardíaca, lo que reduce su cavidad, disminuye la eyección de sangre y ocasiona una congestión de esta, lo que provoca diversas alteraciones hemodinámicas, que favorecen la aparición de trombos.

“Las enfermedades cardíacas suelen ser silenciosas, es decir, no presentan síntomas evidentes hasta que están avanzadas. Por eso, es fundamental realizar controles preventivos con una revisión general que incluye la auscultación del corazón y los pulmones, y a partir de los siete años, una ecocardiografía. Lamentablemente, estas enfermedades no tienen cura, pero un diagnóstico temprano permite iniciar tratamientos farmacológicos que pueden mejorar considerablemente la calidad de vida, reduciendo síntomas como la congestión y la hipertensión, y mejorando la función cardíaca”, destaca el doctor Pablo Lillo.

 

Cinco pilares de un ambiente saludable

Los requerimientos nutricionales varían según la etapa de vida del gato. Además de una alimentación balanceada, agua fresca a libre disposición y una caja de arena limpia, es fundamental crear un ambiente que mejore la salud física y mental del felino.

Lugar seguro: necesitan un lugar seguro y tranquilo donde descansar, idealmente en altura, que les permita aislarse de otros animales y personas cuando lo requieran.

Oportunidad de juego y de caza: es fundamental para los gatos. Ellos necesitan rasguñar, trepar, saltar y expresar su comportamiento de cazadores.

Recursos múltiples y separados: los gatos necesitan sus propios recursos para evitar conflictos y estrés. Por esto es importante proporcionar a cada uno su plato de comida y agua, caja de arena, rascadores y otros elementos básicos.

Interacción positiva con humanos: La interacción con las personas debe ser constante y positiva, ya que los gatos son sociales. Es importante evitar cambios bruscos en el comportamiento del tutor, como ser afectuoso un día y agresivo al siguiente, ya que esto genera confusión y estrés en el animal.

Ambiente que respete el sentido del olfato: Los gatos depositan feromonas al tocar objetos y personas con su cara y otras partes del cuerpo. En el caso de los objetos, lo que buscan es marcar su territorio; en el caso de las personas, se trata de una manera de expresar amistad.

 

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