(Por Claudia Lagos Serrano, Subsecretaria de Educación Parvularia). Como Gobierno hemos presentado la Agenda Sala Cuna para Chile, que busca abordar de forma integral y sistémica los desafíos que permitan ampliar el acceso oportuno de niñas y niños a una educación inicial de calidad, durante una etapa clave para su desarrollo y bienestar. Como parte de esta Agenda, se encuentra el proyecto de ley de Modernización de la Educación Parvularia, que busca entregar herramientas normativas para actualizar y regularizar la oferta en los establecimientos del primer nivel educativo.
Este proyecto aborda el cómo fortalecemos la oferta disponible y generamos herramientas que faciliten la provisión del servicio, asegurándole a las familias que los espacios educativos cumplen con estándares de calidad. Por ejemplo, permitirá entregar un reconocimiento legal y estándar educativo a las modalidades alternativas de JUNJI, es decir, aquellas que entregan educación parvularia pública a las comunidades y territorios más apartados; esto impactará en 518 de estos programas, donde se educan cada semana más de 6.700 niñas y niños.
Además, la iniciativa plantea la extensión del plazo para la obtención del Reconocimiento Oficial pues, precisamente, busca hacerse cargo de esto con un sentido de política de Estado que, por primera vez, viene asociado a un deber de establecer la forma en que se impulsará el avance, mediante un plan de cumplimiento de las salas cuna y jardines infantiles públicos.
El proyecto, permitirá también prohibir expresamente la doble matrícula, de manera de ofrecer esos cupos a niñas, niños y familias que hoy los necesitan, así como también establecer un registro de educación parvularia, para identificar de manera sistémica y con datos actualizados, a los establecimientos, sus sostenedores y sus particularidades. Esto contribuirá a mejorar la información que se tiene del nivel y tomar mejores decisiones de políticas públicas.
Como Ministerio de Educación seguimos abocados en fortalecer nuestra educación parvularia, colocando en el centro a las niñas y niños, quienes en este nivel acceden a experiencias de aprendizaje y bienestar integral que impactan no solo en ellos, sino que se transforman en un bien de toda la sociedad. Porque cuando entregamos oportunidades desde el inicio de la trayectoria educativa, estamos contribuyendo a la equidad social y a construir un país mejor para todas y todos.