El 20 de febrero de este año, la Comisión de Evaluación Ambiental de Los Lagos aprobó el cuestionado proyecto de la carretera eléctrica que unirá a Llanquihue con Ancud y que atraviesa el Canal de Chacao.
Este megaproyecto, llevado a cabo por la empresa Transelec S.A, intervendrá diversos esteros, ríos, turberas, pomponeras, bosques nativos y el Canal de Chacao, en sus 95 kilómetros de extensión. Son 251 torres de alta tensión, estas instalaciones superan los 200 metros de altura y estarán enclavadas en territorios de alto nivel de conservación, la mayoría pertenecientes a comunidades Mapuche-Huilliche de la zona, quienes reclaman negligencia en la consulta indígena llevada a cabo para la aprobación del proyecto.
El dirigente ambiental de la agrupación, Defendamos Chiloé, Juan Carlos Viveros, señaló: “El problema es que la ubicación, una vez más, de este tipo de proyectos invasivos, son 250 torres de dimensión tremenda, van a instalarse sobre terrenos que son humedales, turberas, pomponales y van a destruir fuentes de agua con ello”.
“No es que en Chiloé estemos en contra de que haya energía eléctrica, o se tenga que transmitir la energía que se produce, sino que el problema es donde instalamos los proyectos, lo mismo pasa con los parques eólicos”.
También, desde la organización ambiental, Defendamos Chiloé acusan negligencia en la aplicación de las consultas ciudadanas e indígenas, manifestando que no se pidió la opinión de todos los habitantes de los sectores afectados por este mega proyecto, que tendrá un costo de alrededor de US$ 107 millones.
Por otra parte, Juan Carlos Viveros aseguró que los problemas de consumo y red eléctrica para los habitantes del archipiélago de Chiloé no se solucionaran con este megaproyecto, haciendo hincapié en que solo se busca el beneficio económico de privados a costa de la destrucción del medioambiente.
Finalmente, al ser consultado por el enfoque medioambiental del gobierno de Gabriel Boric, el dirigente señala: “La verdad es que ha sido una gran decepción, yo no podría calificar de otra manera lo que siento y lo que sentimos las organizaciones y dirigentes ambientales, decepción de haber creído que podía haber un cambio. Y la verdad que hoy día, estamos viendo un gobierno totalmente entregado al extractivismo, al capitalismo salvaje, a que los mega proyectos siguen primando por sobre las necesidades de la gente y eso no puede ser”.
“Hacemos un llamado a Gabriel Boric y a Maisa Rojas, que recapaciten, a que vuelvan la mirada al proyecto de gobierno” puntualizó el dirigente ambiental.
El silencio del ministerio de ambiente respecto a este proyecto y otros proyectos de igual naturaleza ha sido categórico, y consistente con la posición del Seremi de Medioambiente de la Región, quien voto a favor de la realización del proyecto, cabe destacar que sus pares de Salud, Desarrollo Social y Agricultura, votaron en contra de la realización del proyecto, acusando irregularidades en los plazos, una arbitraria consulta indígena y la destrucción de las turberas como única fuete de agua dulce del archipiélago.
Entre los cuestionados megaproyectos aprobados durante la gestión de Maisa Rojas, se encuentran, la ampliación de Los Bronces, en la cordillera de la RM, el proyecto de carretera eléctrica en la región de Valparaíso, esto se suma a su cuestionado rol jugado en la licitación de Salmoneras, en espacios de conservación ecológica.