De acuerdo al académico de la Universidad de Santiago, Rodolfo Disi, existen dos niveles que explican la postura por parte de la derecha que decidió por no condenar de manera amplia y transversal el Golpe de Estado de 1973, a 50 años de su perpetración.
Una de ellas, representa una posición más dura y contemporánea al Golpe, mientras que la otra estaría más ligada a la popularidad recientemente alcanzada tras el triunfo de Republicanos, lo que haría que ambas se alejaran de una visión más moderada o reconciliadora respecto a los hechos.
El analista también se refirió a la repercusión para la democracia de estos planteamientos indicando que no representan una amenaza directa, pero sí un tipo de degradación de aquélla, dado que las posturas de los actores y de las elites son relevantes: “No hay una caída, pero sí una democracia de peor calidad, menos sustantiva, democracia en entredicho”, señaló.