El sociólogo e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social COES, Quentin Ramond, indicó que la segregación residencial es una característica persistente en Chile y que sus intervenciones no ha logrado resultados muy significativos.
El investigador del estudio “Infancias separadas y desiguales: segregación residencial y desigualdad espacial entre niños/as en Chile” señaló que la segregación residencial afecta la vida de las personas, sus decisiones y oportunidades más allá de sus características personales, “especialmente a la infancia quienes construyen su sociabilidad a escala barrial y de los servicios que allí se encuentran”.
Este impacto en el desarrollo de niñas, niños y adolescentes también incide en quienes viven en barrios acomodados cuyos ghettos o espacios habitacionales encerrados del resto también son parte de la segregación.
Dentro de sus propuestas, el especialista recomendó el modelo australiano de intercambio de viviendas con incentivos económicos, así como la mejora de equipamientos en los barrios más desfavorecidos respecto a la oferta escolar local, incrementanto el aporte fiscal de la educación pública.