El médico veterinario del Instituto de Ciencias de la Salud, Miguel Orsola, entregó consejos para evitar un posible foco de contagio.
Un grado alto de preocupación existe a nivel nacional por la expansión de la gripe aviar, después de que el virus fuera detectado en un plantel productivo de Agrosuper en Lo Miranda, además de haberse encontrado en doce regiones del país, principalmente en animales silvestres.
En ese sentido, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) informó la suspensión de la exportación certificada de productos avícolas, determinación que fue notificada a todos los socios comerciales.
Pero, ¿cuál es el peligro de la gripe aviar para los humanos? El médico veterinario del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de O’Higgins (UOH), Miguel Orsola, apunta que se debe evitar cualquier tipo de contacto con aves que pueden estar contaminadas o que estén muertas, ya que “es un virus altamente variable que se puede recombinar, o sea, si algún organismo es afectado por dos cepas de virus, estas pueden formar una nueva cepa más peligrosa. Por eso, se debe prevenir que el virus pase de animales a personas, para que no ocurra una posible recombinación y pudiese transmitirse de persona a persona”.
Las infecciones en humanos por los virus de la influenza aviar pueden ocurrir cuando el virus ingresa a los ojos, nariz o boca de una persona, o si se los inhala. Esto puede ocurrir cuando el virus está en el aire (en gotitas o posiblemente polvo) y una persona lo inhala al respirar, o también si una persona toca algo contaminado con el virus y luego se toca la boca, los ojos o la nariz.
“Al tener contacto con aves de corral, ojalá usar guantes y mascarilla, por ejemplo, al momento de realizar su limpieza. No hay que utilizar la misma ropa que se usa en casa en el corral, esto ayudará a disminuir la posibilidad de contagio. Lo principal es que no hay que tener contacto alguno con aves de las que uno tenga sospecha de enfermedad ni aves muertas. Además, evitar que las mascotas y animales silvestres tengan contacto, que no ingresen a los mismos lugares en que se mantengan aves, ya que el virus puede ‘saltar’ de una especie a otra”, enfatiza Miguel Orsola.
En el mundo, se han registrado infecciones en humanos por virus de la influenza aviar, con mayor frecuencia después de haber tenido contacto cercano o por tiempo prolongado sin protección con aves infectadas o lugares donde hubo aves infectadas o también si tuvieron contacto con su saliva, mucosas y heces. Las enfermedades en seres humanos han variado en gravedad, desde casos asintomáticos o casos leves (infección en los ojos, síntomas en las vías respiratorias) hasta enfermedades graves (neumonía) que resultaron en muerte.
“Mucha gente ha reaccionado con mucho temor con respecto a la aparición de la gripe en una planta faenadora. Hay que disminuir el alarmismo debido a que, hasta ahora, la enfermedad no se transmite de persona a persona y el virus en el medioambiente es muy débil. Eso sí, puede resistir un tiempo más prolongado cuando está protegido por materia orgánica, porque el virus se expulsa vía secreciones, fecas, etc. Para esto, siempre se debe limpiar con agua hirviendo y luego utilizar desinfectantes. Hay que hacer énfasis en que no hay evidencia de contagio por consumo de carnes de aves”, finalizó Miguel Orsola.