Por Jorge Salas J. / Kokelector
El vértigo constante de la acción, es a eso que nos invita la lectura de Stephen King. Su segunda novela publicada (1975), está vez inventando un pueblo completo (Salem Lot) en torno a una maldición tan antigua como las pinturas rupestres. Ben Mears, escritor vuelve al pueblo donde se ha criado para intentar superar un trauma infantil; en dónde la casa embrujada del que todo el mundo habla se transformó en la aventura perfecta para los niños del lugar.
Casi un guiño autobiográfico a la vida del autor, en donde podremos encontrar algunos de los rasgos propios de la personalidad de King: el gusto por pasar gran parte del tiempo leyendo, intentado averiguar sobre la vida de quienes le rodean y además adentrarse en una paranoia propia de quienes poseen una imaginación desbordante, siempre bajo la pregunta de: ¿Qué pasaría si?
Reencontrarse con ese pasado traerá para la vida de este personaje un introspección clave para entender el porqué aún mantiene sus miedos a flor de piel. Ben Mears, que ha alcanzado un relativo éxito con las novelas que ha publicado cautiva la atención de los y las habitantes de un pueblo que no han visto que nada interesante haya ocurrido en los últimos 50 años, hasta que llega a instalarse a esa misma casa que le causó pesadillas Mrs. Barlow junto a su ayudante.
Será su antagonista en esta historia, un personaje que rescata lo mejor de la cultura pop de los años 70’s en torno a lo oculto, vampiros y chupasangres. Esta novela se transforma en un molde perfecto para las siguientes entregas en la reinvención de un personaje tan clásico dentro de nuestros miedos. Pero con una salvedad maravillosa, al igual que en las novelas clásicas del siglo XIX y con la sobre abundancia de producciones de clase B en el cine, Stephen King no queda ajeno a utilizar esos recursos para desarrollar su historia. No conoceremos el aspecto de Mrs. Barlow hasta bien avanzada el relato y nos encontraremos, una vez descubierto, con una acción ágil que se encadena con un episodio tras otro. Lo que la hizo ideal para su adaptación a la pantalla chica, por el director Tobe Hoper de Warner Bros, apenas 4 años después de su publicación (1979). Conocida en español como “La noche del vampiro” esta miniserie de dos capítulos es hoy una película casi de culto para las y los amantes del cine de terror.
Una novela muy ágil a pesar de su extensión, que como el mismo King ha dicho, se va desinflando a medida que nos acercamos a su final; pero no por ello se nos quitarán las ganas de leer y saber qué ocurre en torno al misterioso pueblo de Salem’s Lot. Es casi una alegoría perfecta de la realidad chilena en estos momentos, donde alguien desde lo oculto quiere transformar a todas y todos en personas que no quieren ser, o en otras palabras: votantes del rechazo. Puedes encontrar una descripción del libro aquí y una otra reseña acá.
Además es el título que conversaremos en el próximo encuentro del club Meet the King, dedicado a la extensa obra de este autor. ¿Cuándo será el encuentro? El martes 28 de junio a las 19:30 horas. Si quieres más información puedes visitar mi perfil en Instagram y/o inscribirte en este formulario.
Hasta la próxima reseña.