Desde la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas- ANAMURI- afirmaron que uno de los puntos que deben ser objeto del debate constituyente es el concepto de la soberanía alimentaria.
Así lo expresó su presidenta Francisca Rodríguez, reafirmando la idea de que los países deben ser capaces no solo de comprar alimentos, sino además producirlos y con ello garantizar el consumo básico de su población.
La dirigenta del campesinado advirtió que a raíz de la pandemia, el sistema alimentario chilenos ha hecho crisis, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.
Francisca Rodríguez abogó por una política nacional agraria que apoye la producción campesina y con ello los hábitos nutricionales de las familias.
La líder de Anamuri acusó presiones del gran empresariado en contra de los trabajadores agrícolas, obligándolos a utilizar semillas transgénicas, alejándolos con ello de sus tradiciones y culturas ancestrales.
Del mismo modo, la activista ambiental anunció que se encuentran desarrollando escuelas de agricultura urbana, pues la huerta familiar en las grandes ciudades se han transformado en una forma de combatir la escases de productos en medio de esta crisis sanitaria y económica.
Finalmente la presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas reconoció su interés de la que futura Constitución consagre el derecho a la tierra y el respeto al trabajo rural como principios que no puede ser limitados, como ha ocurrido con la Carta Magna de 1980.
