En la ciudad de Curitiba, al sur de Brasil, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió el apoyo del prestigioso intelectual estadounidense Noam Chomsky. El ritual se repite desde hace 167 días, donde seguidores del líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT) lo saludan desde las afueras de la superintendencia de la Policía Federal y afirman que el ex mandatario puede oírlos.
Durante su detención en este recinto, Lula da Silva recibió la visita de importantes figuras internacionales, en este caso la del lingüista e intelectual estadounidense Noam Chomsky, quien en sus declaraciones se mostró sumamente crítico ante el papel asumido por la prensa opositora ante los gobiernos progresistas de la región. La dinámica de la vigilia no se reduce a una simple espera, espetó.
El coordinador del movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra, Marinho Portnoff, también solidarizó con Lula Da Silva, reivindicando su libertad.
Carmelinda Aranguibel, médica venezolana, repudió lo acontecido con el ex mandatario, calificándolo como una injusticia para toda Latinoamérica.
Lula enfrenta una condena de 9 años y medio de prisión. En sus seguidores, la conexión con su máximo referente permanece intacta y no necesita traducción.
En el campamento “Lula Libre” no podían faltar las señales de internacionalismo. Carmelinda Aranguibel, médica venezolana, lleva dos meses atendiendo pacientes.
Lula le informó al candidato de su Partido que no aceptará un indulto presidencial en caso de que Fernando Haddad, el candidato del PT a la Presidencia, se transforma en el próximo presidente del país. Lula da Silva defiende su inocencia y quiere que sea la justicia la que lo libere de sus cargos.