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Lo que dejó el terremoto de Valdivia 1960: Avances, desafíos y deudas en materia de desastres socio-naturales en Chile

El Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales, conmemora el mayor sismo ocurrido en la historia que ha podido ser medido. La tragedia de Valdivia dejó aprendizajes, tareas pendientes y muchos desafíos. Pero ¿cuánto hemos avanzado?

“La tierra se abrió, había que saltar, porque la tierra se abría y se cerraba, se abría y se cerraba”, declara un sobreviviente del terremoto de Valdivia en 1960. Fue uno de los cientos de testimonios recogidos en medio del desastre, que provocó cerca de 2 mil muertes y más de 2 millones de personas damnificadas. Tamaño evento, el mayor a nivel mundial en ser medido y que alcanzó 9.5 Mw (magnitud del momento), dejó varias tareas pendientes para un país altamente sísmico y que –además- debe enfrentar un sinnúmero de desastres socio-naturales cada cierto tiempo.

Justamente por esos desafíos pendientes es que, en 2022 a través de la Ley 21.454, se estableció el 22 de mayo de cada año como el Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales, fecha destinada a reflexionar sobre la historia de los desastres naturales en el país y las medidas para prevenir y mitigar sus efectos.

Pero, ¿cuánto hemos aprendido en estos años?

Avances y desafíos

“Lo significativo de hablar sobre el terremoto de Valdivia, que ocurrió hace seis décadas, denota una intención de construir memoria. Y tal construcción no es automática, requiere un esfuerzo aunado como sociedad. Ese terremoto es el más fuerte jamás registrado, lo cual tiene una importancia en sí mismo. No obstante, que se recuerde este y otros desastres es un avance significativo en el sentido de prevenir y salvar vidas en el futuro”, explica Ricardo Fuentealba, académico del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de O’Higgins (UOH), sobre el valor de conmemorar el Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales.

El investigador aclara que, mirado en perspectiva, existen avances importantes en varias áreas de la gestión del riesgo, especialmente por cierto nivel de desarrollo del país. “Aun cuando constantemente sufrimos amenazas que se convierten en desastres, no tenemos la escala de daños e impactos negativos que teníamos hace décadas o que sigue ocurriendo en otros países”, señala.

En ese sentido –añade- es necesario hacer una crítica a cierta mentalidad insular ligada a la idea de que ‘nueve de cada diez desastres prefieren Chile’. “Hay regiones del mundo donde ocurren amenazas con mayor frecuencia y que se transforman en peores desastres que los que sufrimos acá. Tenemos una geografía con muchas amenazas, pero por suerte, no sufrimos tantos desastres de gravedad”, puntualiza.

Lo avanzado y lo que falta por hacer

Alejandra Serey, Doctora en Ciencias e investigadora UOH, explica que Chile tiene las condiciones perfectas para la actividad de diversos peligros geológicos: terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, aluviones, deslizamientos, etcétera. “Adicionalmente, existe una compleja interrelación en cascada entre ellos y otros factores externos, como el actual cambio climático global”, agrega.

Respecto a los sismos es categórica: “hemos avanzado en materia de respuesta y preparación a partir de conmemorables desastres. Gracias a sismos como el terremoto de Algarrobo Mw 8,0 de 1985 y al de Valdivia Mw 9,5 del 1960, tenemos avanzadas normas ingenieriles de diseño antisísmico en nuestro país”, explica.

Aun así, detalla que nuestro país es reactivo, “experto en responder ante la emergencia y el desafío actual es avanzar en la prevención”. Por es imperioso que la comunidad científica, los organismos públicos y privados “colaboraren con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) para que efectivamente logremos ser preventivos y atendamos con visión ampliada e integral el cambio global climático que enfrentamos”, indica.

Asimismo, el investigador UOH Jorge Romero, señala que en el ámbito volcánico -en Chile- si bien ha existido avance, ha tenido un costo. “Desde 1996 existe el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur, dependiente del Servicio Nacional de Geología y Minería (OVDAS-SERNAGEOMIN). Sin embargo, no fue hasta la erupción del volcán Chaitén, en 2008, que se implementó una Red Nacional de Vigilancia Volcánica y que hoy monitorea casi la mitad de los volcanes activos, de mayor riesgo, que tenemos en el país”, explica.

Asegura que el desafío actual es dotar de redes instrumentales robustas a los volcanes de mayor riesgo específico del país y, al menos, de monitoreo satelital sistemático al resto, con el objetivo de pronosticar las erupciones con mejor certeza. “Tras lo ocurrido en la erupción súbita del volcán Calbuco (2015), se requiere más tecnología y mejor cobertura instrumental, además de un conocimiento acabado sobre el funcionamiento de estos volcanes. Hay que realizar más estudios de su pasado eruptivo, de sus peligros, a diferentes escalas, para diseñar mapas que sean menos estáticos y se adapten con facilidad a diferentes emergencias”, aclara el Dr. Romero.

Por último, agrega, es importante que los mapas de peligro basados en la historia eruptiva “sean vinculantes y ayuden al ordenamiento territorial, evitando así construir más riesgo”.

El académico Raúl Valenzuela, del Instituto de Ciencias de la Ingeniería UOH, asegura que, en temas de meteorología y desastre, nos encontramos “extremadamente atrasados en la observación de la atmósfera con instrumentos, como sensores remotos instalados en Tierra y en satélites que orbitan ésta”,

El Doctor en Ciencias Atmosféricas puntualiza sí, que los productos satelitales, si bien sirven y han ayudado a mejorar los pronósticos meteorológicos, no son los más certeros. “Existe una parte que todavía no podemos observar ni medir y esa parte la realizan los radares meteorológicos o instrumentos perfiladores. El problema con los perfiladores es que ven solamente vertical, y nos va a servir para aspectos de estudio, pero no para prevención. Y ahí el radar meteorológico, que tiene la capacidad para escanear la atmósfera de manera continua y horizontal, es la herramienta adecuada. Por eso estamos muy atrasados”, detalla.

La meteorología hoy, explica el académico, se enfoca en dos cosas: expandir las estaciones meteorológicas de observación, con alta continuidad temporal, pero en discreto espacio. “Si yo mido con la estación de Rancagua posiblemente 5 kilómetros a la redonda van a haber otras condiciones, entonces es muy local la observación”, añade.

Otro punto a mejorar es el detalle del trabajo de la Dirección Meteorológica. “Comunican el pronóstico en su página, pero no dicen cómo lo hacen. Entonces la comunidad científica en Chile tampoco puede opinar. Su sistema de pronósticos, en el rango de 5 días de antelación funciona, pero el detalle de qué es lo que va a pasar ahora, allí hay harto error. Quizás, para avanzar, solo falta que la comunidad científica se pueda comunicar con las instituciones que generan pronósticos para mejorar estos procesos”.

Institucionalidad ante amenazas

El Dr. Ricardo Fuentealba detalla que se han concretado avances significativos en la institucionalidad formal para ciertas amenazas. “El riesgo sísmico, por ejemplo, aunque se maneja como un micro-peligro a nivel estructural en las construcciones, muestra un importante nivel de éxito. Eso explica el bajo número de edificios que colapsaron con el terremoto del 2010. Sin embargo, hay amenazas que han sido más difíciles de gestionar y sus ocurrencias se transforman en desastres. Un ejemplo es la amenaza de tsunami el 2010, no incorporada en los planes de gestión por aquella fecha, o lo que ha costado responder adecuadamente a los incendios en territorios forestales”.

El académico asegura además que existe un avance importante en el discurso y la manera en que como sociedad hemos entendido la ocurrencia de los desastres. “Hacernos responsables implica entender los desastres no como eventos aislados o externos, sino como resultado de cómo funcionamos como sociedad”, explica.

¿Qué mejorar?

El sociólogo e investigador UOH explica que, aunque es difícil dar recetas generales y en abstracto, existe cierto acuerdo en un conjunto de aspectos donde se debe mejorar como país, muchos de ellos de mediano y largo plazo. “Lo principal es incidir en los procesos últimos que construyen el riesgo de desastre. Tenemos que entender las amenazas naturales, mitigar el cambio climático y adaptarnos a un nuevo contexto, pero atender a la vulnerabilidad y reducir el riesgo de desastre requiere acciones que tienen que ver con nuestro modelo de desarrollo: cómo evitamos que una amenaza natural se transforme en un desastre para todas las personas que habitan el país”, detalla el experto.

“La ocurrencia de desastres –agrega- tiene que ver con procesos donde se mezcla exclusión y desconocimiento del territorio. El caso de los incendios en la Región de Valparaíso, el verano de 2024, dan cuenta de ello, al igual que las inundaciones del centro-sur de Chile en junio y agosto de 2023”.

De allí que el ordenamiento territorial, el fortalecimiento de la institucionalidad, el potenciamiento de las organizaciones y redes locales, el desarrollo de infraestructura y el apoyo a los procesos de educación y memoria, siempre son aspectos a mejorar. “Es crítico entender que no hay soluciones simples ni modelos estándar, cada espacio urbano y territorio rural del país debiera buscar la manera de gestionar sus propios riesgos. Y esto debe hacerse con autonomía y tendiendo un mayor grado de equidad territorial. De ahí la importancia de la descentralización y el desarrollo local”, explica el Dr. Fuentealba.

Por último, destaca que la academia, como espacio de producción y divulgación de conocimiento, es un actor más dentro de la gestión y reducción del riesgo. “Para avanzar en tal sentido, como académicos y académicas debemos salir de la torre de marfil y tener un rol más activo para colaborar con el entorno de las universidades. En la Universidad de O’Higgins, varios/as colegas estamos intentando realizar con SENAPRED y otras entidades públicas un trabajo conjunto que es destacable. Necesitamos este tipo de vínculos, con organizaciones de base y con comunidades también, quienes tienen un conocimiento local y experiencias que son sumamente enriquecedoras”, finaliza.

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Mosca de la fruta: Una plaga que desafía a la agricultura nacional

Paula Irles, académica de la Universidad de O’Higgins, explica que el aumento del flujo de personas entre países y zonas donde existe la mosca representa un enorme riesgo. 

Chile es país libre de mosca de la fruta desde 1995, eso significa que hoy este insecto está catalogado como plaga cuarentenaria ausente por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), según explica la académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), Paula Irles.

Detalla que la mosca de la fruta, en especial, referidos a la mosca del mediterráneo, Ceratitis capitata, “no se encuentra establecida en el país y, de esta forma, podemos exportar nuestra fruta a países que están libres de la plaga, sin necesidad de aplicar medidas extraordinarias impuestas por los países de destino. Esto es una gran ventaja comparativa para nuestro país (único en el continente con esta condición) y el mercado exportador frutícola, dado que esta mosca puede producir grandes pérdidas y es una de las principales plagas a nivel mundial”.

La Dra. Irles precisa que aun cuando Chile es un país libre de la mosca de la fruta, cada temporada existen “ingresos de ella, en diferentes zonas del país, y cada vez se agudiza más el problema, dado que el flujo de personas entre países y zonas -donde existe esta plaga- representan un enorme riesgo”. Agrega que, ante esta situación, el SAG aplica protocolos estrictos de erradicación basados en un continuo sistema de trampeo y monitoreo en todo el país, con el despliegue de sus funcionarios para detener y controlar cualquier brote.

Precisa que dichos brotes -a la fecha- “son controlados y nos permiten mantenernos como país libre de la mosca de la fruta. De esta forma, es posible que existan brotes temporales y acotados, sin perder el estatus de país libre de moscas de la fruta”.

Apariciones en el norte y la Región de Valparaíso

Las regiones del norte -sostiene la académica ICA3- presentan “un riesgo nato por ser regiones limítrofes y tener valles con frutales hospederos de la plaga; lo mismo ocurre con Valparaíso, que es el principal puerto del país, y que posee grandes extensiones de cultivos frutícolas también hospederos primarios de la mosca. Entonces, dado los brotes ocurridos en febrero de este año -en el norte de Chile- el SAG ha establecido barreras fitosanitarias extraordinarias que apuntan a no poder mover fruta desde esas zonas, por riesgo de dispersión”.

Sobre el anuncio de brote en la Región de Valparaíso, Paula Irles señala que “está siendo abordado por el SAG con medidas de erradicación, establecidas según los protocolos vigentes”.

Región de O’Higgins

Un llamado a la colaboración de la ciudanía realizó el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, de la Región de O’Higgins tras el inicio de una campaña de erradicación de mosca de la fruta (Ceratitis capitata) luego de la detección de dos ejemplares, un macho y una hembra, en el sector urbano de la comuna de Chimbarongo.

La campaña, que considera un área cuarentenada de 7,2 kilómetros, está orientada a la erradicación de esta plaga que afecta a una gran variedad de árboles frutales y que se encuentra en el sector urbano, siendo uno de los objetivos lograr la menor afectación de predios agrícolas y de los vecinos/as de la comuna capital del mimbre.

“Las detecciones se realizaron dentro del área de vigilancia establecida luego de la captura simple de un ejemplar de mosca de la fruta a comienzos de abril en Chimbarongo. Estas nuevas capturas se lograron producto de las trampas instaladas con motivo de esa vigilancia. Chile es país libre de mosca de la fruta desde 1995 y esta campaña no nos hace perder esa privilegiada condición, pero siempre hay que actuar en forma oportuna y eso es lo que estamos haciendo, al detectar su presencia temprana e iniciar acciones inmediatas”, señaló director regional del SAG, Eric Guital Alarcón.

Medidas de prevención

La académica de la UOH respondió sobre las medidas de prevención, indicando que “la primera, y más importante, es no ingresar productos vegetales de los países vecinos, en todas sus formas. Esto porque nuestros países vecinos sí tienen esta mosca establecida y, entonces, tenemos el riesgo que esta plaga venga en fruta o restos vegetales con huevos o larvas que al ingresar a nuestro país se pueden desarrollar y llegar a adultos”.

A ello, suma colaborar con las campañas de monitoreo y erradicación que realiza el SAG en zonas rurales y urbanas. “Esto es fundamental -indica- porque los brotes suelen concentrarse en estos lugares donde habitan las personas y -muchas veces- la presencia de árboles frutales de consumo en nuestra propia casa u ornamentales pueden ser un riesgo si existe un brote de la plaga”.

La académica indica, finalmente, que “todas las medidas culturales que podemos implementar en el huerto, como es el retiro de la fruta del árbol, evitando su caída, contribuyen a reducir las posibilidades de refugio y alimentación de la plaga. “Con ello, ayudamos a reducir las condiciones benéficas para el establecimiento de la mosca de la fruta”.

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Libros escritos en reclusión llegan a  la Furia del Libro 2024

Como un espacio de reflexión e intercambio entre agentes del mundo editorial y del mundo público y privado relacionado con cárceles, Libros Cautivos, que nace bajo el alero de Letras Públicas, busca generar asociatividad y acuerdos entre los actores públicos y privados para la edición profesional de libros creados en reclusión o que aborden temáticas de cárcel. Son tres las actividades que se realizarán el 30 y 31 de mayo las que serán acompañadas de una mesa de publicaciones para que los asistentes puedan conocer los libros y revistas que ya existen en relación a esta importante temática.

Desde el año 2019 el Centro Cultural Letras Públicas, dirigido por Paulina Vergara (guionista, educadora y magíster en Edición), se ha dedicado a desarrollar estrategias y proyectos para democratizar y fomentar el acceso a la cultura a quienes han tenido poco o nulo acceso a ella, en especial a personas privadas de libertad. Durante la pandemia causada por el coronavirus y las consecuentes restricciones de realizar actividades presenciales durante 2020, el Centro Cultural Letras Públicas impulsó “Proyecto Cartas” en el Centro Penitenciario Femenino Santiago. 

En este proyecto las mujeres privadas de libertad intercambiaron cartas con personas de todo el mundo, generando una instancia de comunicación y de contención inédita. La iniciativa dio origen al libro Querida tú: correspondencia de mujeres prisioneras, cuya primera edición fue adquirida por el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas.

 A partir de “Proyecto Cartas” se han desprendido diversas iniciativas de creación, fomento lector y acceso a la cultura que Letras Públicas sigue desarrollando en centros de privación de libertad y otras instancias. Una de ellas es Libros Cautivos, creada gracias al Fondo de Fortalecimiento de Ferias, Festivales, Encuentros y Mercados de la Economía Creativa, el que desarrollará tres actividades durante la próxima Furia del Libro que se realizará entre el 30 de mayo y el 2 de junio en la Estación Mapocho.

“Dentro de las cárceles hay demasiadas historias que contar, las que en general se pierden o se editan de manera muy precaria. Necesitamos conocer estos nuevos contenidos en libros editados profesionalmente para así asegurar su circulación más allá de sus lectores ideales”, dice Paulina Vergara sobre la relevancia de estas actividades que se desarrollarán el 30 y 31 de mayo en el Espacio Taller de la Estación Mapocho. 

La primera a las 17:00 hrs es la lectura continuada del libro Cárcel de Mujeres, de María Carolina Geel, obra fundacional del género testimonial carcelario, publicada por primera vez el año 1956. Presentarán Paloma Bravo, editora de Cuarto Propio y la escritora Pía Barros. Los lectores serán personas provenientes de organizaciones sociales ligadas al mundo editorial, a instituciones públicas relacionadas a la privación de libertad y a todos los que estén presentes y acepten sumarse a la lectura de esta obra literaria excepcional.

 “Buscamos reflexionar acerca del impacto de esta novela hasta nuestros días. La que fue publicada primero por Editorial Zig- Zag en 1956 y por Editorial Cuarto Propio el año 2000, edición que contiene un interesante prólogo de nuestra Premio Nacional de Literatura Diamela Eltit donde pone en valor los contenidos de mujer y cárcel” explica Paulina Vergara.

Luego, el mismo jueves 30 de mayo a las 18:00 hrs Silvio Cuneo, Abogado Penal, Académico y escritor y Miguel Rivera, Encargado de las Bibliotecas Públicas en Recintos Penitenciarios, presentarán la revista Fábrica de letras, publicación que “busca dar a conocer la literatura creada en contextos de encierro así como la literatura chilena relacionada con la cultura popular, el género epistolar y la narración testimonial, utilizando un lenguaje cercano y amigable para la comunidad penitenciaria de cada unidad pero también para quienes la leerán en formato digital. Buscamos ser un puente cultural entre el adentro y el afuera y es por eso que los escritores serán personas prisioneras y en libertad”, dice Paulina Vergara.

El viernes 31 de mayo a las 18:00 se realizará el taller de encuadernación “Del taller al libro, con Olga Cartonera.

Bajo este espacio de reflexión que es Libros cautivos se realizará de manera privada, durante la Furia del Libro, una mesa de trabajo con diferentes actores del mundo del libro y carcelario con el objetivo de generar alianzas para el trabajo literario y eventuales publicaciones de libros.

Hasta el momento contamos con la encargada de género de Gendarmería Chile, Katherine Alvear, Paloma Bravo editora de Cuarto Propio, Bernardita Simian de BIblioredes Mincap, Loreto Marín Directora Ejecutiva de la Fundación Abriendo Puertas, María Jesús Fernández de Red Acción Carcelaria, Elizabeth Briones del área de Derechos Humanos de Gendarmería y Lorena Díaz Mesa de la editorial Scherezade.

Las actividades serán acompañadas con una mesa de exposición con publicaciones de estas temáticas.

 

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Rodando hacia un mejor futuro: Los efectos positivos de la bicicleta en la salud y la ciudad

Freddy Salvo, nutricionista, y Víctor Bucarey, académico, explican los beneficios de usar este medio de transporte.

Mejorar la salud, cuidar la infraestructura vial y también el medio ambiente son algunas de las ventajas de optar por la bicicleta para ir al trabajo. Este 17 de mayo, cuando se celebra el Día que hace honor a dicha acción, pensamos en los beneficios concretos que trae escoger a este medio de transportes por sobre otros. Freddy Salvo, nutricionista de la Unidad de Salud Estudiantil, y Víctor Bucarey, académico del Instituto de Ciencias de la Ingeniería, ambos de la Universidad de O’Higgins (UOH), dan algunas luces de sus bondades.

Beneficios para la salud

El nutricionista detalla que uno de los beneficios de ir al trabajo en bicicleta es que ayuda a mejorar la salud cardiovascular, además de aumentar la capacidad pulmonar y mejorar la circulación sanguínea. “Reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial. Además, al ser un ejercicio aeróbico, ayuda a ocupar calorías y a mantener un peso saludable, lo que a su vez puede mejorar el metabolismo general del cuerpo”, añade.

Freddy Salvo agrega tips para comenzar una rutina. “Se debe planificar la ruta: busca la más segura y libre de smog; usa una bicicleta en buen estado y ajustada a tu altura; incluye casco, ropa cómoda y de secado rápido”, señala el experto. También recomienda comenzar gradualmente. “Si la persona no está acostumbrada a los paseos en bicicleta, debe comenzar con distancias cortas e ir aumentando –gradualmente- la longitud de los trayectos a medida que se sienta cómoda”.

A ello suma, “mantener una actitud positiva: disfrutar del viaje en bicicleta y de los beneficios para la salud y el medio ambiente que conlleva. ¡Diviértase explorando su ciudad de una manera diferente!”

Beneficios para la ciudad

Así como la bicicleta ayuda a mejorar la salud, las ciudades también se ven beneficiadas. El Dr. Víctor Bucarey explica que las ciudades que han aumentado sus parques de bicicletas tienden a ser mucho más seguras. “Existen varios autores que mencionan que –además- existe un impacto económico positivo local, cuando las ciudades tienen más ciclistas, por el incentivo al fortalecimiento de los mercados locales”, señala.

Asimismo, el académico precisa que el aumento del parque de ciclistas genera una demanda también por infraestructura específica. “Así como cuando hubo un boom del parque automotriz, las ciudades cambiaron sus caras para tener grandes calles, estacionamientos y toda la infraestructura necesaria, el aumento de bicicletas empuja a las ciudades a construir ciclovías y estacionamientos para éstas. Nuestra Universidad es un ejemplo de ello: fueron estudiantes y funcionarios/as quienes empujaron a tener nuestro bonito estacionamiento de bicicletas, nos enorgullece que, a pesar de los días fríos, siempre está lleno”.

Destaca que cuando alguien se baja de un auto -que muchas veces es usado por una sola persona- y adopta el viaje en bicicleta, existe el efecto inmediato de más espacio disponible en las calles y en los estacionamientos de los destinos de esos viajes. “También cosas menos evidentes, pero igual de importantes, como el menor daño a la infraestructura vial, el impacto económico por las externalidades negativas que ocurren en un viaje en auto que pasa a ser en bicicleta; beneficios medioambientales, y muchos otros que están bien estudiados en la literatura”, señala.

¿Qué se necesita?

El académico de la UOH señala que para fomentar el uso de la bicicleta se requiere: “infraestructura de calidad, y ojo que esto no es una calle pintada; es la correcta delimitación de un espacio seguro para que las personas que escogen andar en bicicleta. Lo segundo, es un cambio de mentalidad, tanto de los ciclistas como de las personas que escogen otro tipo de transporte. Debemos ser respetuosos con los espacios, dejar de lado animadversiones y recordar que debe primar el respeto cuando se utiliza un espacio compartido, como es la ciudad”.

El Dr. Bucarey sostiene que felizmente, Rancagua ha hecho un esfuerzo gigante en tener una buena conectividad de ciclovía, que hace que muchos viajes sean bastante seguros. “Para mí el concepto bicicleta, en desmedro de los autos, va en pos de la eficiencia y la democracia. En ciudades como Rancagua, la mayoría de los viajes son de menos de 10 kilómetros, con alta congestión y con una estructura urbana que no deja mucho lugar para estacionamientos de vehículos. La bicicleta es el transporte más eficiente”.

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El dilema de las jaurías

La médica veterinaria y etóloga clínica María José Ubilla asegura que es necesario una política pública más responsable y clara respecto al cumplimiento estricto y sin concesiones en materia de tenencia responsable de mascotas.

Lo ocurrido en Buin, donde una madre y su bebé fueron atacados por una jauría de perros, con resultados graves para ambos, dejó nuevamente en la discusión pública un problema mayúsculo para la sociedad chilena. 

La médica veterinaria y subdirectora de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ECA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), María José Ubilla, detalla que lo ocurrido en Buin, “sí, se pudo prevenir”. Agrega que es necesaria una política pública, en materia de tenencia responsable, clara y con cumplimiento estricto, y sin concesiones de las normativas actuales.

“La Tenencia Responsable de Mascotas (TRM) es un tema al que no se la ha otorgado la importancia necesaria en nuestro país. Hoy existen más de 4 millones de mascotas sin un dueño responsable y más de 12 millones con dueño, pero menos de 2 millones están en el Registro Nacional de Mascotas”, detalla.

¿En qué fallamos?

La experta explica que, en los últimos años, el control –en Chile- de la sobrepoblación de perros y gatos se ha centrado casi exclusivamente en el área reproductiva-quirúrgica, es decir, castración y esterilización. “Se trata de un abordaje simplista y precario, que no es acorde a los avances científicos en la materia. Debiera ser multidimensional, para lograr efectividad, de lo contrario se perpetuarán los problemas de bienestar animal, salud pública y medio ambiente”, señala.

Conceptos como ‘Una Salud’ y ‘Un Bienestar’ entran al ruedo. “Interrelacionan la salud y el bienestar humano, del ambiente y del animal, al incluir: control reproductivo; identificación a través de método permanente (microchip) y no con collares y placas; capacitación de policías, jueces y fiscales; fiscalización, persecución y sanción de actos de abandono, maltrato y tenencia irresponsable; dotación de médicos/as veterinarios/as en todas las comunas; educación en vínculo humano animal, y cumplimiento de obligaciones de la ley junto con destinación de recursos económicos y humanos acordes a una política pública”, explica la experta UOH.

Respecto a la Ley promulgada en 2017, que supervisa la tenencia responsable, para la médica veterinaria ha habido tiempo suficiente para su correcta implementación. “A la fecha, no han sido redactados la totalidad de reglamentos. La fiscalización recae en los municipios, que se ven imposibilitados por la escasez de recursos para implementar un seguimiento real”, señala.

Agrega que en 2018 se destinaron más de 9 mil millones de pesos para el Programa Mascota Protegida, que eran insuficientes, y -año tras año- dichos recursos han disminuido drásticamente, mientras la población de mascotas aumenta, al igual que los casos de mordidas y otros problemas de salud pública.

“La autoridad sanitaria cumple funciones en la fiscalización de ‘perros potencialmente peligrosos’ y la norma indica que un juez competente podrá calificar como ‘potencialmente peligroso’ a aquel ejemplar de la especie canina que haya causado -al menos- lesiones leves a una persona o daños de consideración a otro ejemplar de su misma especie. Pero la verdad es que solo aquellos médicos/as veterinarios/as con formación académica y práctica en el área de la agresividad tendrían competencias para determinar dicho tema”, puntualiza la experta.

Caza de perros

Uno de los temas que han surgido -tras cada ataque de jaurías- es la caza de perros asilvestrados. Sobre aquello, María José Ubilla señala que hace casi 10 años, los perros ‘salvajes o bravíos’ fueron incorporados como especie dañina invasora al Reglamento de la Ley de Caza (19.473). “Esto significaba en términos prácticos que los perros asilvestrados se podían cazar. Pero fue rápidamente revocado, en 2015 por el Ministerio de Agricultura, que modificó el reglamento en un sentido inverso, debido a la presión social que ejercieron las agrupaciones de protección animal y distintos actores sociales”.

Añade que, desde entonces, existe la discusión entre instituciones públicas, ONG’s de protección animal y conservación, y la academia, respecto al tema, pero sin solución práctica. “En enero de este año, la Comisión de Agricultura aprobó y despachó a la Sala el proyecto que declara nuevamente a los perros asilvestrados como especie exótica invasora y dispone su control por parte de la autoridad competente. Esto generó nuevamente revuelo social con posturas opuestas y finalmente, no se aprobó”, detalla.

Puntualiza que la redacción de leyes sin acciones que permitan su aplicación real, “nos tendrá en un círculo vicioso de discusiones políticas y sociales que no llevan a puerto. Se requiere abordaje profesional multidimensional, y un rol activo del Estado para enfrentar la crisis actual y la protección de la salud pública donde las mordidas y ataques de perros son un tema grave”.

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Anemia infecciosa equina: Nuevo brote enciende las alarmas en Chile

Si bien no es transmisible a humanos u otros animales de granja, esta enfermedad que afecta a caballos, burros y mulas, puede provocar serias pérdidas económicas.

Un brote de anemia infecciosa equina, ocurrida en el Club Hípico de Santiago, obligará a sacrificar al menos 16 caballos, poniendo las alarmas sobre esta enfermedad infectocontagiosa, que fue descubierta en Francia, en el año 1843, y que es causada por un retrovirus.

“Se transmite principalmente por artrópodos como la mosca de los cuernos y los tábanos y el contagio se produce por contacto con la sangre de un animal infectado, especialmente por la reutilización de insumos médicos como jeringas, suturas, mangas de palpación, material quirúrgico y artículos de uso diario del animal”, explica Gabriel Manríquez Aranis, docente de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ECA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH).

En los equinos (caballos, burros y mulas) genera un cuadro infeccioso que puede llevarlos a la muerte. De sobrevivir, el animal queda como portador permanente de la enfermedad. La incubación de esta anemia se da de 7 a 90 días y su signología es de fiebre (temperatura superior a 38,5 Cº), decaimiento, anemia, mucosas levemente amarillas (ictericia), edema de los miembros, puntillados rojos en las mucosas destacando la mucosa nasal y debajo de la lengua (petequias)”, detalla el experto.

El docente indica que la anemia infecciosa es una enfermedad que solo afecta a equinos, por lo que no es transmisible a otros animales ni a humanos.

¿Qué hacer ante un brote?

Gabriel Manríquez Aranis explica que, si un pequeño productor ve en sus equinos la signología antes mencionada, “debe aislar a sus animales y llamar inmediatamente a un médico veterinario para que realice los exámenes correspondientes”. Si el médico veterinario recopila datos que hagan sospechar de la enfermedad, “debe dar aviso al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para una confirmación”.

Para prevenir brotes de este tipo, el experto explica que se deben aumentar las medidas de bioseguridad, destacando el control de artrópodos y no reutilizando artículos médicos, como jeringas, suturas, mangas de palpación y material quirúrgico.  “Las medidas de bioseguridad son el pilar fundamental para disminuir su presencia”, finaliza.

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