Durante los 7 días que duró el alto al fuego en Gaza, 71 mujeres y 169 niños palestinos fueron liberados a cambio de la liberación de más de 70 mujeres y niños israelíes. A través de medios de comunicación y redes sociales hemos visto la alegría de regresar con sus familias. Pero no es la historia completa. Durante estos mismos siete días, paralela a la liberación de 240 palestinos, las fuerzas de ocupación detuvieron a 260, en su mayoría también mujeres y niños.
La realidad es que actualmente las cárceles israelíes tienen más de 8.200 prisioneros palestinos, un tercio de los cuales fueron detenidos después del 7 de octubre. Esta es la política sistemática de sometimiento y venganza que las cárceles israelíes practican permanentemente contra los prisioneros palestinos.
“En sus testimonios, niños y mujeres liberados recientemente, declararon que a partir del 7 octubre, los malos tratos en las cárceles israelíes aumentaron. Fueron pateados y privados de sueño, impedidos de comer y de recibir sus medicamentos. Fueron encerrados en celdas inhóspitas, sin elementos de abrigo y privados de cualquier pertenencia. Seis prisioneros murieron en cárceles israelíes desde el 7 de octubre. Algunos de ellos, recibieron crueles torturas y sangraron hasta la muerte, sin recibir ninguna ayuda médica”, dijo la Embajadora del Estado de Palestina en Chile, Vera Baboun, en su discurso del Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.
La ocupación encarcela a prisioneros sin especificar un plazo para su detención. Son arrestados en sus hogares, a través de puestos de control militares, algunos obligados a entregarse bajo presión y otros mantenidos como rehenes.
Niños y mujeres encarcelados y torturados sin cargos ni condena
Según cifras y estadísticas de varias instituciones palestinas que se ocupan de los asuntos de los presos y los Derechos Humanos, a finales de noviembre 2023, registran que del total de prisioneros encarcelados, más de 1.650 están bajo detenciones administrativas, que pueden renovar el período de detención sin acusación alguna. Son ya 243 mártires dentro de las prisiones de ocupación desde 1967 hasta noviembre de 2023 además de cientos liberados que fallecieron después, producto de las condiciones del encierro.
El niño Muhammad Nazzal (16), de Jenin en el norte de Cisjordania, fue liberado el martes luego de tres meses de detención y seis meses de prisión administrativa. “Desde el 7 de octubre vivimos en condiciones de salud muy difíciles. Los soldados de ocupación nos golpearon brutalmente hasta perder el conocimiento. La gente lloraba por la severidad de las palizas (…) Encontraron que tenía una fractura en uno de mis dedos, otros hematomas en la mano y el cuerpo. Pasé mi último mes en prisión como si fueran 20 años”, relató.
La prisionera liberada Israa Al-Jaabis (37) de la ciudad de Jerusalén, durante su arresto en 2015 sufrió graves quemaduras en 50% de su cuerpo, su cara y espalda, que quedaron desfiguradas además debieron amputarle ocho dedos de las manos. Fue liberada hace dos días luego de una condena a 11 años en la prisión de Damon, en el norte de Israel y, a pesar, de necesitar muchas cirugías plásticas, enfrentó negligencia médica debido a que la ocupación rehusara realizarle las operaciones necesarias para su salud.
Gracias a las investigaciones de instituciones locales e internacionales interesadas en los Derechos Humanos y los asuntos de los prisioneros, se pudo demostrar que el nivel de atención sanitaria de los presos palestinos en cárceles israelíes es casi inexistente, como lo demuestran el creciente número de enfermos y confirman que las administraciones penitenciarias israelíes someten a los prisioneros palestinos a negociaciones, chantajes y presiones, lo que constituye una flagrante violación de los Convenios de Ginebra, que establecen el derecho al tratamiento y la atención médica, proporcionando medicamentos adecuados a los reclusos enfermos y realizándoles exámenes médicos periódicos.
El primero de diciembre, se reanudaron los bombardeos en Gaza. Desde la embajada de Palestina en Chile declaran: “Llamamos a la Comunidad Internacional a que intervenga inmediatamente para detener este genocidio contra el Pueblo Palestino y que obligue al cumplimiento de los convenios internacionales que garanticen la vida y la salud de los palestinos”.