Marcos Barraza, ex convencional constituyente y dirigente comunista, criticó fuertemente el negacionismo y el empate neutral que han pretendido instalar algunas figuras de derecha en las últimas semanas previas a la conmemoración de los 50 años del golpe civil-militar. Para Barraza, negar las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura y equiparar con el gobierno democrático de Salvador Allende al del dictador Pinochet es pretender mentirle a la historia.
En la antesala del día de los pueblos originarios, este 21 de junio, que coincide con la llegada del invierno, el We Tripantu o Wiñol Tripantu para el pueblo mapuche, marca el inicio de un nuevo ciclo, Marcos Barraza, declaró que el reconocimiento de esta fecha por parte del Estado chileno muestra un avance, por cierto, pero remarcó que el Estado chileno tiene una deuda de siglos particularmente con el pueblo mapuche, en cuanto al reconocimiento de derechos.
En cuanto al gobierno de la Unidad Popular, Barraza manifestó que es la experiencia de transformaciones más importantes que ha existido en el país, una acumulación de luchas sociales donde fueron plasmadas las diversas voces del pueblo chileno que habían sido postergados hasta ese momento.
La conmemoración de los 50 años es un hito, declara Marcos Barraza, sin embargo, lo que está en juego es la lectura histórica y las proyecciones de este suceso para el conjunto de la socieda chilena.
En ese sentido, el académico comenta que el gobierno de Salvador Allende, fue legitimado en las urnas y legitimado socialmente, con un programa visionario que puso en el centro la dignidad de las personas y que estableció soberanía económica y política. Y pretende empatar la figura democrática de Salvador Allende con el dictador Augusto Pinochet, es un empate falso.
Según Marcos Barraza es crucial señalar que los grandes pesares que ha tenido Chile son a raíz de la dictadura y para los comunistas es clave resaltar la figura de Salvador Allende como un demócrata y un transformador social, porque cuando se realza la figura de Allende y la Unidad Popular se realza también el valor de la democracia en nuestro país.
El gobierno de la Unidad Popular se enfrentó a las peores conductas antidemocráticas de los grupos económicos, de los sectores de ultraderecha y del capital internacional, y no hay nada que justifique el derrocamiento por las armas del gobierno elegido democráticamente.
Para concluir, el dirigente comunista aseguró que las declaraciones de Beatriz Hevia, presidenta del consejo constitucional, en donde se negó a condenar las violaciones a los derechos humanos cometidos en dictadura, dista mucho del carácter democrático al que se debe aspirar en este país. Y aseguró que no reconocer que Pinochet fue un genocida es mentirle a la historia y mentirle a las nuevas generaciones.
En vísperas de la conmemoración de los 50 años del golpe civil-militar, el próximo 11 de septiembre, el dirigente comunista, criticó fuertemente el negacionismo a las violaciones a los derechos humanos, y las intenciones de la derecha de empatar el gobierno democrático de Salvador Allende con los 17 años de terrorismo de Estado que vivió el pueblo de Chile durante la dictadura.