Hace más de dos años, familias completas no pueden volver a sus hogares, desde donde salieron muchos principalmente por temas de salud, dado el cierre de la ruta aérea que conecta la isla a través de un solo proveedor aéreo.
Muchos celebran la tan esperada apertura turística de Rapa Nui, oficializada para el 1 de agosto del 2022 e incluso mencionada por el presidente Boric en el discurso de la recién pasada cuenta pública, señalada como un proceso trabajado en conjunto con las autoridades de la isla, que será “gradual y con observancia de todas las medidas sanitarias”. Pero nada se dice acerca de los problemas que actualmente tenemos los cientos de residentes rapa nui que necesitamos volver a nuestros hogares, que no somos turistas y que llevamos meses esperando respuestas. Para nosotros, la apertura turística no es una solución.
Familias rapa nui y residentes, a los cuales hoy, se nos impide el acceso y libre tránsito a nuestro lugar de residencia, queremos exponer nuestra preocupación por la inexistencia de una propuesta eficaz para garantizar el retorno a nuestros hogares en Rapanui, desde el cierre de la ruta área que conecta la isla con el continente a través de un único proveedor de servicios aéreos, hace ya más de dos años. La isla se encuentra cerrada desde el 16 de marzo del 2020, y por diferentes motivos, mayoritariamente de salud, muchos de nosotros viajamos al continente en los últimos meses, confiando en que nuestras autoridades establecerían un sistema de retorno fluido que nos permitiera retornar a nuestros hogares.
Hoy, después de varios meses, nos encontramos sin respuesta alguna, con un sistema de traslado de pasajeros que no da abastos con la inmensa demanda de personas que requieren el tránsito desde y hacia Rapa Nui y con la inexistencia de un canal de comunicación oficial. Dentro de este grupo de personas que nos encontramos “varados” en el continente, se encuentran casos de suma urgencia, entre los cuales, destacan personas que deben continuar pagando arriendo en la isla, personas que deben retornar a sus puestos de trabajo, niños y niñas que deben volver a retomar sus clases con riesgo de perder el año escolar, familias completas separadas, entre otros. Este escenario no es sostenible en el tiempo, ni en lo financiero, ni en lo humano y mucho menos en lo emocional. No podemos depender de la apertura turística ni de sus plazos, y requerimos poder regresar en el corto plazo, es decir, antes del 1 de agosto del 2022.
Apelamos a las palabras del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, mencionadas en el último comunicado oficial de apertura de Rapa Nui, donde se señala que “como Gobierno, tenemos la firme convicción de que el Estado debe estar presente en todo el territorio nacional y escuchar las demandas de sus ciudadanos y ciudadanas”.
Exigimos firmemente que nuestras autoridades escuchen y atiendan nuestra demanda, el derecho de volver a nuestros hogares de manera digna, de reunir a nuestras familias, de devolver a nuestros estudiantes el derecho a la educación. Grupo de residentes Rapa Nui varados en el continente Chile continental, 2 de junio 2022.