“La persona en el centro” es el lema de la consultora Dinámicas Humanas y junto a Pablo Fuenzalida, socio fundador de la entidad, se conversa sobre la relevancia del bienestar humano al interior de las empresas no como una tendencia sino como una necesidad.
De acuerdo al planteamiento del experto, existen cuatro dimensiones que componen el bienestar humano: una de ellas es la es la física, es decir, los elementos que proporcionan un estado saludable del aspecto físico de quienes integran la empresa; otra es la dimensión emocional que impacta en el clima emocional y que desde un concepto jurídico se le reconoce como la seguridad psicológica; está la dimensión mental que se relaciona con la necesidad de desarrollarse desde el aprendizaje y que se conecta con lo positivo de sentir que se va creciendo, y también la dimensión espiritual vinculada con el sentido o el propósito de lo que hacemos.
El cuidado y la activación de estos cuatro puntos permiten un equilibrio y una sensación de bienestar. Las empresas que promueven el bienestar humano, señala Pablo Fuenzalida, permiten ambientes de confianza: el cuerpo se relaja y se contacta con las capacidades y habilidades y la persona puede expresarse, pedir ayuda, lo que facilita la coordinación de las acciones. Cuando cada uno logra ser auténtico y expresa lo que le pasa, la gente deja de cuidarse y el enfoque está en alcanzar los resultados determinados, puntualiza.
En un contexto donde muchas veces la única motivación parece ser la rentabilidad, el especialista señala que es más rentable un ambiente donde se permite experimentar el bienestar dentro de la empresa, pues no es sólo que éste impacte en la producción sino en la capacidad de producir: “Por producir mucho podemos perder la capacidad productiva por desgaste”, expresa.
Para Pablo, estamos en tiempos en donde los aprendizajes autodirigidos son fundamentales y son los que están haciendo las diferencias. En este sentido, considera que hoy todas las empresas necesitan impulsar la autogestión del bienestar. Más que proveer las acciones, lo adecuado es visualizar lo que es el bienestar y con ello que las personas provean la posibilidad de capacitarse, de tomar desafíos que impulsen el autocuidado, de realizar acciones que pueden cambiar la manera de hacer empresa.