(Por Juan Gajardo López / Dirigente PC de Chile). El sábado 11 de mayo, en la sede Santiago del Congreso Nacional, más de un centenar de dirigentes políticos y sociales dieron formal nacimiento a un nuevo referente político electoral que bajo el nombre de UNIDAD PARA EL CAMBIO suma las fuerzas del Partido Progresista, del Frente Regionalista Social Verde y del Partido Comunista de Chile para “…convocar a todas las fuerzas políticas de la oposición a sentarnos en una mesa de iguales, sin hegemonías ni arrogancias. Bajo un objetivo común, fundamental y urgente: la transformación del actual modelo neoliberal y centralista que vive nuestro país y que condena a una profunda desigualdad e incertidumbre a las grandes mayorías de nuestros/as compatriotas”.
Para los comunistas la política de alianzas siempre ha sido uno de los elementos centrales en la configuración de su línea política. Históricamente el P.C. ha sido gestor y partícipe de las más diversas iniciativas unitarias que posibiliten avances en la perspectiva de transformar la sociedad en beneficio de las mayorías nacionales. Tomando sólo la historia más reciente, desde la Unidad Popular, el MDP ( movimiento democrático popular), el Juntos Podemos o la Nueva Mayoría, han respondido a esfuerzos de los cuales el PC se ha hecho parte para responder a los requerimientos de un momento histórico determinado. Convencidos que “…respetando la diversidad, es posible avanzar en un camino de unidad, que permita retomar la iniciativa política para desplazar a la derecha de los diversos espacios de poder” (Conferencia agosto 2018) y teniendo presente que “la política justa de máxima amplitud unitaria, requiere gran iniciativa e independencia política que visibilice al PC como una fuerza consecuentemente de izquierda que trabaja por la unidad del pueblo”( Pleno CC abril 2019) se suscribe, en el documento firmado este sábado último, que “…la unidad es un piso, no es un fin en sí misma. Lo que nuestros/as compatriotas nos exigen es una claridad en lo que queremos y proponemos”.
Lo que queremos y proponemos está expresado en la declaración compromiso suscrita.Nos sigue moviendo el convencimiento de que sólo la unidad más amplia de toda la oposición asegura el avanzar en una profundización de la democracia en nuestro país, hoy bajo la amenaza de plutócratas soberbios, quienes a través de proyectos legislativos, pretenden revertir avances sociales logrados por los sectores populares. Y por lo mismo, la conducta ambivalente de algunos sectores de oposición frente a esta embestida reaccionaria, sectores con los cuales en otro momento compartimos una alianza, no les hace en este momento fidedignos compañeros de ruta. “ Debemos marcar la falta de responsabilidad histórica de quienes normalizan la dispersión” dice el Informe al Pleno ya citado. Unidad, claramente ; pero también claramente el para qué de la unidad.
Uno de los objetivos de los partidos concurrentes el sábado 11 de mayo es constituir un bloque político que se exprese como tal en las elecciones de concejales del año 2020, esperando poder lograr acuerdos con los otros sectores( exconcertación y Frente Amplio)para las elecciones de autoridades unipersonales( alcaldes y gobernadores ). Ni el PRO ni los Regionalistas integraban coalición opositora alguna, por lo cual su incorporación a este acuerdo es un avance en la política de la más amplia unidad planteada por el PC, que no cierra puertas a futuros entendimientos con otros sectores, pero que a la vez delimita con nitidez el carácter de las alianzas. La etapa que continúa es la construcción en la base de este acuerdo PRO-FRSV-PC. El próximo 17 de mayo en Antofagasta se realizará un primer encuentro regional de estas tres fuerzas. Nace un nuevo referente en la búsqueda de la unidad más amplia de la oposición, en el convencimiento que ni la exconcertación ni el frente amplio por sí mismos pueden lograrla.