La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, advirtió que la propuesta de flexibilidad y adaptabilidad laboral emanada del mundo empresarial y el propio gobierno, no se hace cargo de la demanda por equidad de género que exige hoy con fuerza la sociedad, ya que sólo promueve una mayor precariedad en el empleo.
Esto luego de que el titular de la Confederación de la Producción y el Comercio, Alfonso Swett, solicitara incorporar jornadas laborales interrumpidas entre las medidas anunciadas por Sebastián Piñera, para que la mujer “compatibilice las tareas domésticas con su trabajo”.
En ese sentido, la presidenta de la CUT aclaró que la mayor flexibilidad laboral repercute la lógica machista de que la mujer se haga cargo de las labores domésticas no remuneradas, como el cuidado de niños y adultos mayores no autovalentes.
Bárbara Figueroa advirtió que la agenda de género del gobierno no garantiza que avancen las demandas del movimiento feminista, pudiendo ser un pretexto para instalar condiciones de flexibilidad laboral que precaricen el trabajo, o bien una reforma a la salud que entregue menores garantías en el ámbito de seguridad social.
Finalmente, la presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa, destacó que la comisión nacional de productividad ha ratificado que por 900 mil mujeres que se incorporen al mundo del trabajo, lo que tenemos es un crecimiento potencial del PIB de un 6%, es decir, un crecimiento que podría permitir el financiamiento total del derecho a sala cuna universal.