En este espacio natural ubicado al sur de su ciudad capital, fueron ejecutadas 14 personas por la Caravana de la muerte en octubre de 1973, operación de exterminio que llevó a cabo por todo el país la dictadura civil militar en sus primeros días, a cargo del general Sergio Arellano Stark.
La iniciativa ha sido levantada principalmente por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Antofagasta, gracias a la “porfía que han tenido los familiares durante estos 52 años de no bajar los brazos, de seguir exigiendo verdad justicia y reparación”, señala su presidenta, Mónica Díaz García.