12:05 -Jueves 21 Agosto 2025
15.6 C
Santiago
Categorias:

¿Frío, lluvias, sol? Cómo viene lo que queda de invierno 

La “normalidad” en el perfil de las estaciones del año cambió con la actual crisis climática. Para los días que restan de invierno, más que abrigarse hay que adaptarse. Experta de la UTEM explica los motivos. 

Tras una temporada marcada por eventos extremos, con temporales breves pero intensos, el invierno ha traído un escenario incierto: días con sol, heladas nocturnas y lluvias intermitentes, en un contexto climático cada vez más revuelto. Aunque aún queda invierno por delante, las proyecciones apuntan a que las bajas temperaturas no abandonan del todo la zona centro-sur, mientras que las precipitaciones van a continuar por debajo del promedio.

Según Javiera Rocha, directora del Programa de Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), este comportamiento responde a una fase de transición hacia condiciones neutras del fenómeno ENSO (“El Niño-Oscilación del Sur”), tras varios años marcados por la presencia de “La Niña”.

“Estamos saliendo de una etapa prolongada de La Niña, que estuvo asociada a sequías y bajas temperaturas y avanzamos hacia un escenario más neutro. Pero eso no significa estabilidad: la crisis climática ha alterado los patrones habituales”, explica.

La variabilidad actual ha hecho que los fenómenos extremos se presenten con mayor frecuencia. Donde antes se registraban lluvias abundantes una vez cada varias décadas, hoy pueden repetirse en cuestión de pocos años. Por otro lado, la falta de transiciones graduales entre estaciones o eventos meteorológicos ha hecho más complejo anticipar el clima.

En cuanto a lo que resta de invierno, se espera que predominen las mañanas heladas, con mínimas bajo cero en sectores interiores y precordilleranos, con lluvias ocasionales que podrían concentrarse en pocos días. Las autoridades meteorológicas estiman una acumulación modesta en la zona central, muy lejos de un año lluvioso.

Javiera Rocha advierte que los impactos visibles del clima -como inundaciones, deslizamientos o daños agrícolas- no dependen sólo del tiempo atmosférico: “También son resultado de decisiones humanas. Necesitamos planificación territorial, infraestructura adecuada y memoria histórica. No podemos seguir construyendo donde ya sabemos que el agua va a pasar”.

En este escenario, adaptarse significa más que abrigarse: implica reconocer que la “normalidad” climática ya cambió y que los extremos llegaron para quedarse.

Factor crisis climática

Los daños provocados por fenómenos meteorológicos en asentamientos humanos que se han evidenciado en los últimos años, tienen tanto que ver con la crisis climática como con la falta de memoria histórica y planificación territorial de adaptación. “Desarrollos como una cartografía de riesgos para delimitar las zonas en que se puede y no se puede construir

-entendiendo que todas estas calamidades van a seguir ocurriendo si volvemos a asentarnos en los mismos lugares- o infraestructura hidráulica que nos permita optimizar los usos energéticos de los excesos de lluvia, son necesarios en este escenario”, asevera Rocha.

También, la crisis climática ha provocado que no se den tránsitos graduales entre las estaciones y entre los fenómenos meteorológicos. “Nos hemos dado cuenta de que casi no hay términos medios y también tenemos que habituarnos a ello, tomando las medidas necesarias para vivir en este entorno”, precisa.

Por ahora, el panorama en la zona centro-sur sigue marcado por el frío, las heladas y la escasez de lluvias en estos días que quedan de invierno esperando la primavera. Enfrentar este nuevo escenario requiere asumir que la normalidad climática cambió y que sólo una adaptación inteligente permitirá convivir con estos extremos.

image_pdfDescarga como PDFimage_printImprime este artículo

Artículos Recientes

spot_img

Te podría interesar