El especialista planteó algunas observaciones sobre la evaluación del programa que acaba de firmar el FMI con Argentina por un préstamo de 20 mil millones de dólares:
“Está orientado a aumentar las reservas internacionales del Banco Central de Argentina para apoyar la política cambiaria y que no se deprecie demasiado el tipo de cambio”, dijo precisando que una parte estará destinada a repagar la deuda del país al mismo Fondo:
El gobierno de Milei ha reducido la inflación que superaba el 20% a inicios de 2024. Hoy no sobrepasa los 3,5% puntos -indicó- no sin una disminución del gasto del Estado altamente regresivo: es decir, afecta más a las capas medias y populares que a las de mayores ingresos.
Más aún, los recortes al gasto público y a la inversión están complicando la recuperación del crecimiento de la economía trasandina, planteó el experto, apuntando a la contracción del 3,5% ocurrida el año pasado y a las reacciones que se han desencadenado por esas decisiones:
“Se observa que no ha mejorado la situación de Argentina. Uno de los problemas es que son deudas para una economía muy endeudada. Es inyectarle más deuda a un país que ya tiene deudas”.
EE.UU
El caso de Estados Unidos, se refirió a la incierta política arancelaria de ese país que en un inicio se estimaban en un 10% para sus socios, mientras que actualmente marcan un 20% para la Unión Europea y un 100% para China. En el caso de los automóviles, esta asciende al 20% incluyendo a México y Canadá.
“Con ese nivel de incertidumbre los mercados esperan una recesión en EE.UU con tendencia global”, precisó.
“Es una situación complicada, pues pone a la Reserva General en la disyuntiva: o se acomoda el aumento de las tasas de interés con créditos caros que frenan la actividad económica -pudiendo llegar a un recesión- o baja las tasas de interés y eso permite que suba el precio de los activos y reactivar un poco la situación económica. El objetivo de la Reserva, aparte de mantener el crecimiento, es mantener la estabilidad de los precios”, detalló.
Chile
Por otro lado indicó que para el país “el impacto directo no debiese ser tan fuerte porque menos del 20% de sus exportaciones van a Estado Unidos”:
No obstante, indicó que lo que puede producir impacto es una eventual recesión global que genere una disminución de importaciones.
“El Banco Central va a tener que decidir su política monetaria de tasa de interés y el Ministerio de hacienda su política fiscal”, concluyó el economista.
“Si hay menos impulso al sector exportador no parece aconsejable quitarle el gasto público. Tendría que aumentar el déficit fiscal y la deuda pública”, dijo, planteando a su vez, que en momentos recesivos lo que se aconseja no es balancear las cuentas fiscales sino seguir políticas contracíclicas aumentando el gasto público, dijo citando a Keynes.
Otra alternativa que se está observando, acotó, es volver al activo clásico de reserva de los bancos centrales, es decir, el oro, aunque Chile ha vendido casi la totalidad de su reserva a inicios de la década del 2000, reseñó.