Centros de estudio advierten que candidatura de Kast implica riesgos para la democracia y los derechos humanos

Los centros de pensamiento firmantes, advertimos que la candidatura de José Antonio Kast a la presidencia de la República representa un grave riesgo para el correcto funcionamiento de la administración del Estado y el respeto a los derechos humanos, bases fundamentales de la convivencia nacional y la relación de Chile con otros países.

Identificamos seis líneas rojas que el candidato republicano amenaza con traspasar:

El rol del Estado, las políticas públicas y los derechos sociales. En las últimas semanas, el líder de la extrema derecha ha mostrado evidente desconocimiento sobre el rol del Estado, de sus instituciones y de la importancia de lo público para contribuir a la cohesión social. Propuestas recientes, como reducir drásticamente el gasto fiscal en 6.000 millones de dólares en 18 meses, sin mencionar detalles ni ofrecer evaluación técnica alguna, arriesga con entorpecer seriamente el funcionamiento de servicios y políticas públicas esenciales para la vida cotidiana de los ciudadanos.

Discurso de odio y la desinformación que alientan desconfianza y conflicto. Integrantes del partido de Kast han utilizado un tono descalificatorio y hostil hacia sus contrincantes, promoviendo un clima de polarización. En los últimos meses se ha vuelto habitual que el candidato de extrema derecha se refiera a sus adversarios como “parásitos”, “enemigos”, “cómplices”, “fracasados”; incluso acusando sin pruebas responsabilidades en delitos. Esta retórica invalida al adversario, justifica medidas excepcionales y crea un clima donde cualquier desacuerdo pueda ser tratado como amenaza. Un estilo que no sólo fomenta la opacidad, sino que propicia la desinformación y la falsificación de la verdad como herramientas de la política, lo que es abiertamente contrario con la democracia y debilita sus fundamentos.

Cuestionamiento de los derechos civiles, sexuales y reproductivos. En el Partido Republicano han sugerido retrocesos en derechos para las mujeres, diversidades y minorías, incluyendo posturas críticas hacia la Ley de Aborto en 3 Causales y el matrimonio igualitario. Dichos anuncios no solamente impactan en la convivencia democrática, el respeto y la tolerancia, además, abren la puerta a imponer una visión única de familia y restricciones en educación, salud y políticas públicas. Señales que no sólo contradicen estándares internacionales de DDHH y profundizan la exclusión de grupos históricamente vulnerados, sino que alientan la intolerancia, lo que es una amenaza para los derechos y las libertades individuales.

Visión revisionista de la memoria histórica que debilita el compromiso con los DD.HH. La postura de la extrema derecha, de ambigüedad o relativización frente a violaciones de derechos humanos en la dictadura, como por ejemplo la ambigüedad frente a un posible indulto a Krassnoff, constituye una alerta grave que sólo puede contribuir a abrir heridas del pasado. Justificar o minimizar estos hechos no solo distorsiona la historia, sino que debilita principios esenciales: el límite al uso de la fuerza estatal, la independencia judicial y la obligación de que todo poder rinda cuentas ante la ley.

Riesgos macroeconómicos, socioambientales y retrocesos en la protección de ecosistemas y la gobernanza ambiental. La propuesta de la extrema derecha introduce riesgos a la estabilidad macroeconómica al combinar recortes abruptos con desregulación y rebajas tributarias regresivas. Esto erosiona la capacidad fiscal y la capacidad de inversión estratégica ante un escenario internacional incierto, comprometiendo el bienestar social y la arquitectura institucional construida durante décadas. Además, se observa la priorización por una tecnocracia irreflexiva sobre el medio ambiente, olvidando la urgencia del cambio climático y sus efectos sociales, territoriales y de justicia distributiva. Debilitar la institucionalidad ambiental puede afectar contrapesos participativos y reducir el rol ciudadano en decisiones que afectan sus territorios.

Alineamiento con la ultraderecha internacional y rechazo a lo multilateral. José Antonio Kast se ha alineado con la Conservative Political Action Convention y la Political Network for Values junto a mandatarios como Benjamin Netanyahu, Javier Milei y Donald Trump. Los lideres mencionados se han caracterizado por su hostilidad hacia los organismos multilaterales, como ONU, OEA y los tratados internacionales. Un gobierno que renuncia a estos espacios arriesga aislar al país, debilitar la cooperación internacional y eliminar contrapesos externos fundamentales frente a posibles derivas autoritarias.

Por la gravedad de los temas anteriores afirmamos que nuestro país está frente a una encrucijada histórica. Las señales programáticas, discursivas y estratégicas de la extrema derecha plantean riesgos efectivos para la democracia, los derechos fundamentales y el equilibrio institucional que hemos construido colectivamente durante décadas. No se trata solo de diferencias parciales, sino de la posibilidad real de retrocesos profundos en convivencia, libertades y garantías esenciales.

Como centros de pensamiento, advertimos que un giro hacia el debilitamiento del Estado, la regresión en derechos civiles y de género, la desprotección ambiental y el alineamiento con proyectos autoritarios internacionales puede comprometer seriamente el futuro democrático del país. Chile no puede permitirse volver a lógicas que erosionan la memoria, relativizan los derechos humanos y restringen la deliberación pública.

Llamamos a la ciudadanía y a las instituciones democráticas a actuar con responsabilidad histórica. Defender la democracia implica proteger el pluralismo, garantizar los derechos, resguardar la institucionalidad pública y mantener un compromiso firme con el Estado de Derecho. El país merece un futuro basado en libertades, respeto, verdad, desarrollo económico y sostenibilidad; ese es el camino que estamos llamados a resguardar.

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