En el marco de una alianza vigente desde 2018 entre Armada de Chile y la Fundación Ao Tupuna, cerca de 150 miembros de la comunidad Rapa Nui —incluyendo autoridades tradicionales, niños, artistas y líderes culturales— participaron de una significativa expedición hacia Motu Motiro Hiva (Isla Salas y Gómez), a bordo del Buque Aquiles. La misión, apoyada por Koro Nui o Te Vaikava (Consejo del Mar) entrelaza el cuidado del medio ambiente, la educación y la cultura, reafirma el vínculo espiritual y territorial entre ambos puntos del archipiélago.
Muchos de los participantes, especialmente los niños de la Escuela de Música Toki, pudieron ver por primera vez este motu sagrado, largamente mencionado en el repertorio oral de la comunidad. Junto al Ballet Cultural Kari Kari, interpretaron una composición del Embajador Cultural de Rapa Nui, Lynn Rapu Tuki, Pa’o de Ao (Apocalipsis), que destaca la importancia del cuidado del medio ambiente y la conexión espiritual con el océano.
La expedición también permitió observar el estado ecológico de la isla, reconocida como un punto clave en la ruta migratoria de aves marinas. Aunque habitualmente se registran cerca de catorce especies, en esta ocasión sólo se avistaron seis, lo que evidencia el impacto de la contaminación oceánica. En un pequeño sector de este territorio de apenas 0,15 kilómetros cuadrados se recolectaron cerca de 120 kilos de residuos plásticos y basura proveniente principalmente de la pesca industrial.
Redes, boyas, cajas de pesca, botellas plásticas y de vidrio, baldes, palas y mangueras industriales fueron algunos de los elementos recolectados en apenas una hora de limpieza. A pesar de ser un santuario natural, no intervenido por el ser humano, Motu Motiro Hiva se encuentra fuertemente afectado por la basura oceánica que llega a las islas del Pacífico. Se estima que lo retirado representa apenas un cinco por ciento del total presente en el área.
Ubicada a poco más de 400 kilómetros de Rapa Nui, Motu Motiro Hiva es un Parque Marino protegido desde 2010, reconocido por su biodiversidad única y por su profundo valor simbólico en la cosmovisión ancestral del pueblo rapa nui. En esta ocasión, doce profesionales, expertos en el área, descendieron a la isla para depositar un mensajero ceremonial: el moai “Hatu Henua, Ariŋa Ora o Te Tupuna”, una réplica de los tradicionales ancestros del pueblo rapa nui de 1.10 metros de altura, tallada por los escultores Marcos “Pepe” Tuki, Jonhy Tucki y Kimi Ma’ara Tucki, bajo el apoyo de Pau Hereveri, orientado hacia Rapa Nui, de manera de ser un protector más de este territorio insular. Este gesto representa la unión cultural y el compromiso intergeneracional con la protección del territorio.
Esta travesía reafirma el compromiso de la comunidad Rapa Nui con la protección de sus espacios sagrados, la transmisión cultural y la defensa del patrimonio natural, en un gesto que une memoria, acción y esperanza.