- Estudio con participación de la UOH, la Universidad San Sebastián y especialistas en metabolismo revela propiedades bioactivas de Origanum vulgare para enfrentar trastornos asociados a la obesidad.
La obesidad y sus complicaciones metabólicas son uno de los principales desafíos de la salud pública a nivel mundial. En este contexto, un equipo interdisciplinario de investigación, integrado por la académicas Andrea Müller y Claudia Foerster del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), junto a la Dra. Paulina Ormazábal, de la Universidad San Sebastián, analizó el efecto del aceite esencial de Origanum vulgare sobre la resistencia a la insulina inducida por ácido palmítico en adipocitos humanos.
El estudio reveló que este aceite, rico en compuestos bioactivos como terpenos y fenoles, podría favorecer la restauración de la señalización de la insulina y mejorar la captación de glucosa en células grasas, abriendo nuevas posibilidades para el desarrollo de estrategias complementarias frente a la resistencia a la insulina.
El potencial bioactivo del orégano
“Nos motivó la alta prevalencia de obesidad y los efectos adversos asociados al exceso de ácidos grasos saturados, como el ácido palmítico, que alteran vías claves para el equilibrio metabólico”, mencionan las investigadoras.
La investigación identificó al Origanum vulgare como un candidato interesante, ya que su aceite esencial contiene moléculas con reconocida actividad antioxidante y metabólica. Además, se determinó que está compuesto por monoterpenos oxigenados y compuestos fenólicos, asociados a mejoras en la sensibilidad a la insulina y a la modulación de la vía PI3K/AKT, fundamental para el metabolismo celular.
Implicancias y próximos pasos
Los resultados muestran que los compuestos bioactivos del aceite esencial podrían restaurar la fosforilación de IRS-1, AKT y AS160, alterada por el ácido palmítico, favoreciendo la correcta señalización de la insulina en adipocitos humanos.
“Los extractos naturales como el aceite esencial de Origanum vulgare podrían convertirse en estrategias complementarias para mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras complicaciones metabólicas asociadas a la obesidad”, agregó la Dra. Ormazábal.
El equipo proyecta ahora avanzar hacia estudios in vivo en modelos animales para validar los efectos observados y profundizar en sus mecanismos de acción. Posteriormente, será necesario evaluar la seguridad, toxicidad y biodisponibilidad de los compuestos, para diseñar ensayos clínicos controlados en humanos que confirmen su eficacia.
Aceites esenciales: ventajas y desafíos
El uso de aceites esenciales en investigación biomédica presenta beneficios notables: son productos naturales, de bajo costo y con múltiples compuestos bioactivos que actúan de forma sinérgica, otorgando efectos antioxidantes, antiinflamatorios y metabólicos. Sin embargo, la Dra. Müller advierte que existen desafíos importantes, como la variabilidad de los principios activos según el origen botánico, las condiciones de cultivo y los métodos de extracción, lo que dificulta su estandarización. Además, se requiere evidencia clínica sólida que respalde su seguridad y eficacia antes de su aplicación terapéutica.