Con un emotivo acto íntimo realizado en el Museo Histórico Nacional, la familia de la destacada dirigenta política y social Gladys Marín Millie, entregó oficialmente más de 300 objetos personales que marcaron su trayectoria. Se trata de documentos, fotografías, condecoraciones y pertenencias que abarcan desde sus años como profesora y diputada durante la Unidad Popular, pasando por el exilio y la clandestinidad tras el golpe de Estado, hasta su rol protagónico en la vida política y social en la transición a la democracia.
La ceremonia, encabezada por la directora del Museo Histórico Nacional, Priscila Barahona Albornoz, contó con la participación de familiares, dirigentes del Partido Comunista de Chile y autoridades del Servicio Nacional del Patrimonio. En la instancia, se destacó la relevancia simbólica e histórica de la donación, la cual constituye un valioso material para la investigación, la educación y la memoria colectiva del país.
“Nos reunimos hoy en el Museo Histórico Nacional con un acto profundamente significativo: la entrega de diversas pertenencias de Gladys Marín, donadas generosamente por su familia para formar parte del patrimonio público de Chile. Este legado nos invita a reflexionar sobre el valor de la democracia, la justicia y la participación ciudadana. Sin duda, Gladys fue una de las voces más influyentes de la segunda mitad del siglo XX en Chile”, afirmó la directora de la institución.
Por su parte, la directora del Servicio Nacional del Patrimonio, Nélida Pozo Kudo, enfatizó la relevancia de que el Estado resguarde este acervo:
“No solo conservamos el patrimonio, también nos interpela como país a comprender lo valioso que es este legado, que nos habla de las luchas sociales, de la construcción democrática y del trabajo de una mujer que dedicó su vida a su pueblo”.
La secretaria general del Partido Comunista de Chile, Bárbara Figueroa Sandoval, destacó el impacto de Gladys Marín en la historia nacional y regional:
“Estamos hablando de una mujer que marca inevitablemente la historia del siglo XX en Chile, pero que también es una referencia para el mundo y para Latinoamérica. Esta ofrenda da cuenta de una vida puesta al servicio de una causa colectiva, de la coherencia y consecuencia con valores de justicia, democracia y dignidad humana”.
Álvaro Muñoz Marín, hijo de la exdirigenta, explicó la decisión familiar:
“No sabíamos qué hacer con todos los objetos de la mamá, hasta que comprendimos que forman parte del patrimonio de nuestro país y de quienes luchan y siguen luchando. No se lo voy a dejar a mis hijas, sino que le pertenece al pueblo. Porque es parte de la historia de esta humanidad”, señaló, recordando también a quienes acompañaron y protegieron a Gladys durante la clandestinidad.
Las pertenencias de Gladys Marín, hoy parte de la colección del Museo Histórico Nacional, se transforman en un testimonio vivo de una mujer que dedicó su vida a las causas sociales. Como señaló uno de los asistentes al acto, “cada objeto no solo habla de Gladys, sino también de miles de chilenas y chilenos que vivieron la Unidad Popular, la dictadura y la transición”.
Estos objetos se suman al legado documental y la biblioteca personal de Gladys, entregados el año 2024 a la Biblioteca Nacional, pasando a formar también parte del patrimonio público y de la memoria colectiva del país.