El día del cuequero es también el Día de la Cuequera: la presencia femenina en la cueca urbana
Carolina Fernández–Niño Morales, Cuecas todo el Año
El 4 de julio es una fecha importante para quienes amamos la cueca y deseamos compartir esta efeméride para que se siga “contagiando” el espíritu de “La Chilena” –nombre con que también se denomina a la cueca–, ya que es el Día Nacional del Cuequero y la Cuequera, cuya fecha conmemora el natalicio del gran Hernán Nano Núñez Oyarce, hombre que nos legó gran parte del acervo cultural de la cueca centrina también c onocida como “urbana”. Pues bien, no es materia de esta columna ahondar en la cronología de esta efeméride, pero, quienes quieran hacerlo, pueden leer la columna que escribí el año pasado.
En esta ocasión me gustaría profundizar en cómo el legado “chilenero” de Nano Núñez y de la cueca urbana está también presente y es cultivado por mujeres. Sí, porque sabido es que las mujeres han sido portadoras del arte musical de la cueca, desde la tradición centenaria de las cantoras campesinas que desde hace siglos han llevado a los diferentes rincones –públicos y privados– el arte de la cueca, pues, de la mano de la guitarra y otras expresiones tan importantes como lo es la tonada, han acompañado los espacios de socialización del pueblo chileno, tales como fiestas, velorios, rituales religiosos y, por supuesto, espacios de comerciales-culturales como peñas. En este sentido, la cueca urbana –la cueca practicada en centros urbanos de la zona central de Chile– no está ajena al fenómeno, dado que las mujeres en tales espacios han sido también y desde hace ya más de un siglo, portadoras del arte musical de la cueca así como compositoras y difusoras de la Tradición. Sin ir más lejos, Violeta Parra así como su hermana Hilda y Margot Loyola lo llevaron a cabo y, el mismo Nano Núñez reconoció el trabajo de esta última y le compuso una cueca.
Pues bien, si hacemos un poco de historia del tiempo presente, hay que remarcar que hoy en día se puede ver en escena a mujeres relevantes de la cueca, como lo es María Esther Zamora –insigne de la Casa de la Cueca¬– que participó con muy buenos resultados en el último Festival del Huaso de Olmué y que suele participar de las Fondas del Parque O´higgins y otros eventos multitudinarios; y que en el año 2021 grabó junto a Lucy Briceño y Álvaro Henríquez, el disco “Toda una vida” en el que grabaron importantes cuecas del padre de María Esther: el fallecido “Guatón Zamora” (compositor de “Adiós Santiago querido y “Mándame quitar la vida”, entre otras). En este sentido, hay que reconocer que Álvaro Henríquez, así como el cuequero René Torito Álfaro, han hecho bien en llevar a las mujeres “senior” al locutorio de grabación puesto que éste último –con el sello “Alacucha producciones”– también acompañó recientemente a Rita Núñez (hija de Nano Núñez) a grabar el disco “Arriba la Chilena” en el que interpreta el repertorio de su padre; al igual que lo hizo el 2021 con Lucy Briceño en su disco solista “Sigo enamorada de la música”. Vale decir, que a la gran Lucy Briceño, se le puede ver y escuchar cantando en el Rincón de las Guitarras, tradicional restobar de Valparaíso.
Pero el poder femenino de la cueca no está solo presente en sus representantes “senior”, está también en las mujeres que integran la generación del 2000 de la cueca santiaguina. Dentro de esta camada de creadoras con regias voces y una impronta que ha dejado huella en todos los “lotes” femeninos que se han constituido hasta la fecha, que hay que destacar a Las Niñas, sobre todo, con su disco “Fina y Arrogante” del año 2010 puesto que entonaron las cuecas de la Tradición siguiendo los preceptos de la cueca centrina y “chilenera” y el resultado fue que sumaron no solo un toque femenino importantísimo sino que también un aporte sonoro novedoso con el canto gritado. De este lote, hay que mencionar a Jossi Villanueva que ha mantenido por años la Escuela a La Chilena para enseñar canto cuequero urbano y también ha participado en diferentes colaboraciones cuequeras que, incluso, han llegado a la música urbana.
También relevante en el período, fue el aporte del ya disuelto “lote” femenino Las Peñascazo puesto que además sumaron investigación histórica de la Lira Popular y otras fuentes historiográficas a sus composiciones y puesta en escena, siempre expresando un estilo urbano, también próximo a lotes masculinos del período con quienes compartieron espacios de creación y aprendizaje, como los Trukeros. Siguiendo con esa fructífera década y media, hay que mencionar también al estupendo e influyente dúo de cantoras El Parcito que con su disco “Cuecas con moño” del año 2010 retomaron la centenaria tradición de unir dos voces femeninas potentes mediante el canto “arremangado”. El Parcito estuvo compuesto por Claudia “Belencha” Mena que hasta el día de hoy tiene una fructífera carrera solista en la música de raíz y también se le puede ver junto a María Esther Zamora y artistas como Gepe; junto con Pati Díaz que, a su vez, también ha seguido desarrollando una innovadora carrera en el mundo de la cueca y en teatro “chilenero”, por ejemplo, mediante la obra dedicada a Corina Roja. Hay que recalcar también, que Pati Díaz obtuvo el segundo lugar en la categoría jazz guachaca del último “Concurso Roberto Parra Sandoval” con su composición “la gata”.
También en la línea de la Tradición mezclada con la innovación creativa y la magnífica puesta en escena, es imposible no mencionar a Las Primas que desde la fructífera década de los dos mil, vienen desarrollando impecables propuestas de la mano de sus fundadoras Tania Gómez que, a su vez, ha desarrollado una importante labor patrimonial junto a las cantoras tradicionales del Sur de Chile; junto a Leslie Becerra, que además de ser integrante de las Primas –y también fundadora de las Peñascazo–, en paralelo, también forma parte de la Chilena Orquesta y, además, este año obtuvo un meritorio segundo lugar en la categoría cueca del ya mencionado Concurso dedicado al Tío Roberto Parra.
Ya para terminar esta columna –en la que pretendía no extenderme– les invito a buscar los nombres de todos los “lotes”, dúos, solistas y discos antes mencionados, ya que la presencia femenina dentro de la cueca y su participación en la celebración del Día del Cuequero y la Cuequera no solo es indiscutible, estéticamente bella, original y, a la vez, patrimonial; sino además es accesible porque todas las bellas mujeres aquí mencionadas están ofreciendo shows en vivo y su música está también disponible en plataformas musicales como Spotify y YouTube.