El economista apuntó al desconcierto que han traído al panorama mundial las medidas arancelarias del presidente estadounidense.
“La economía internacional está pasando por un periodo de incertidumbre agravada por el anuncio de Trump, más la réplica de China de aplicar a los productos norteamericanos”, acotó Solimano.
“Si sumamos el PIB como una medida del tamaño de las economías china y estadounidense, ambas suman una cifra de 43% del PIB mundial, es decir, casi la mitad de la producción del mundo. Una guerra comercial tiene un efecto muy importante sobre el resto del planeta”.
Preparación sin sobrerreacción
En el caso de Chile indicó que los dos países al ser los principales mercados de exportación -donde el norteamericano representa el 15% y el chino cerca de 25%-, el impacto puede ser serio.
Si bien los impactos directos aún no se ven, se puede apreciar que ha aumentado el valor del dólar norteamericano a $1000, mientras que el petróleo y el cobre han bajado lo cual no es conveniente en el caso del metal, señaló Solimano.
Por su parte, el Banco Central ha anunciado su situación de reserva nacional demostrando que hay una provisión suficiente disponible, agregó:
Asimismo, el gobierno y el ministerio de Hacienda han convocado a una mesa de ex ministros y ex presidentes del Banco Central “para discutir opciones frente al escenario mundial que se ha creado”. Del mismo modo, la banca comercial se reunió para estudiar la situación de los exportadores que dependen en gran parte de la línea de crédito de los bancos:
Por otro lado, se refirió al pronunciamiento de algunos conglomerados empresariales quienes plantearon que este no es el momento para subir impuestos, a lo que el economista respondió: “Hay que analizar estas demandas y las autoridades debiesen exhortarlos a no subir los precios a los consumidores, pues el bolsillo de la gente tiene un límite. Está bien cierta moderación, pero que haga alguna cuota de sacrificio”.
Respecto a la reducción de gasto público promovida por el Consejo Autónomo Fiscal CAF, advirtió que se puede entrar en un escenario de fragilidad donde los bancos se pueden resistir a gastar y generar una merma al gasto privado. Si se le agrega además un recorte fiscal, no se dejaría a la demanda resistir estos embates, concluyó:
Cayendo al tercer mundo
Por otro lado, sobre la perplejidad que han traído las políticas de Trump enfatizó que hace unas pocas semanas anunciaron una suprema severidad y solo días atrás incluyeron una pausa de 90 días para los países, excepto China a la que se aplicó una súper alza.
“Desde el punto de vista del productor que le suban los aranceles y luego los bajen están todos confundidos. La incertidumbre es muy dañina para el curso normal del sistema económico, incertidumbre que además es inducida”, precisó el experto.
Una de las consecuencias de estas decisiones ha recaído en la baja a la demanda de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, pese a ser uno de los activos más seguros. A eso se suma la depreciación del valor del dólar:
“Esta crisis tiene mucho parecido con las crisis del tercer mundo de las economías emergentes”, explicó Solimano “donde la gente abandona los activos nacionales, se refugia en el dólar, saca su dinero del país y recurre al FMI”.
“Eso ya sucedió en Inglaterra en 1976 con James Callaghan. Se está escribiendo sobre la tercera mundialización de EE.UU, es la gran interrogante que está rodando”, acotó el experto.