Por PIA Global. – Entrevista exclusiva al senador Alberto Anaya G. Coordinador del Grupo Parlamentario y Coordinador Nacional del Partido del Trabajo de México.
La relación entre el gobierno de México encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum y la administración norteamericana del magnate Donald Trump, ha estado en los medios de comunicación mundial incluso antes de la asunción de ambos mandatarios. La historia y la condición fronteriza de los dos países ha marcado las relaciones diplomáticas, sociales y económicas entre los mismos y hoy adquiere relieve que esa relación se proyecte desde dos modelos políticos diametralmente opuestos, la continuación del proyecto de la Cuarta Transformación heredada de la gestión del presidente Manuel López Obrador y la revolución conservadora de Donald Trump cuyo objetivo es poner a Estados Unidos sobre el resto de los países.
En este marco el profesor Alberto Anaya G. coordinador Nacional del Partido del Trabajo de México, uno de los pilares fundamentales de la alianza del gobierno de Claudia Sheinbaum, nos concedió gentilmente esta entrevista para analizar los pormenores y el devenir de esta situación eminentemente política entre un proyecto nacional soberanista y la administración imperialista de Estados Unidos.
PIA Global – ¿Cómo analiza el Partido del Trabajo de México la nueva coyuntura a partir de la ofensiva intervencionista de la administración Trump?
Alberto Anaya – Comenzaría por recordar la máxima de Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.” Esa afirmación está contenida en su manifiesto dirigido a la nación mexicana el 15 de julio de 1867, con el que se selló el triunfo definitivo de la República.
En ella Benito Juárez reivindica ante los gobiernos con apetitos invasores la obligatoriedad de respetar el derecho ajeno como ruta fundacional para una convivencia pacífica. Como dato ilustrativo señalo que actualmente se encuentra inscrita en letras de oro en el salón de sesiones de la Cámara de Senadores de los Estados Unidos Mexicanos.
La defensa de la independencia y la soberanía no nos es ajena a los mexicanos, siempre ha estado presente en nuestra historia patria y siempre sostendremos la autodeterminación y el derecho de México a autogobernarse colectivamente con base en la dignidad humana.
Ahora bien, desde su primer día de gestión, la nueva Administración en los EEUU, a cargo de Donald Trump, ha emitido decretos y órdenes ejecutivas destinadas a incrementar los aranceles en un 25% para Canadá y México. Estas agresiones, que son violatorias de los acuerdos del T-MEC y tratados internacionales sobre libre comercio, provocaron rechazo tanto en México como en América Latina y en gran parte del planeta. Ha criminalizado a la migración y homologado arbitrariamente los carteles del narcotráfico con el terrorismo. Muchas de estas órdenes se basan en argumentos falsos cuando no, en abiertas calumnias. lo que generó en muchos países respuestas y acciones en lo político, lo económico y lo legal.
En el caso de México, basados en los principios de autodeterminación, soberanía e independencia, rechazamos esas agresiones intervencionistas y llamamos a llevar a cabo las conversaciones entre iguales y adelantar las negociaciones que sean necesarias para encontrar una solución justa y equilibrada a las controversias que puedan surgir.
Por otra parte, si Trump en su miopía piensa que por medio de amenazas nos van a convencer, en realidad no saben nada sobre el espíritu mexicano. Trump ha logrado una cosa: ha unificado a los mexicanos patriotas, que somos la mayoría.

P G – ¿Habrá una guerra de aranceles?
A A- Debemos hacer nuestros mejores esfuerzos para evitarla. En una guerra de aranceles no hay ganadores. La tesis de ganar/ganar se convierte en perder/perder.
Desde el Partido del Trabajo rechazamos la aplicación unilateral de aumento de aranceles a diferentes países como herramienta de presión política porque consideramos que pone en riesgo la estabilidad de la región, provoca la pérdida de competitividad y destruye el avance logrado en décadas de integración.
Desatar la guerra de los aranceles es una estrategia suicida ya que el uso de aranceles como herramienta de presión política pone en riesgo la estabilidad y competitividad de la región, socavando décadas de integración económica. En lugar de fortalecer la cooperación para resolver desafíos compartidos, esta política genera un ambiente de mayor incertidumbre y menor crecimiento para todos los involucrados.
Si esta medida se mantiene debilitará la integración económica de América del Norte, encareciendo los productos para los consumidores, reduciendo la competitividad de la región y generando incertidumbre para las empresas instaladas en México. No solo el impacto afectaría a México, sino también a las compañías estadunidenses que operan en el país, que verían incrementados sus costos de producción y menor acceso a insumos clave. Además, la posible respuesta comercial de México y Canadá podría perjudicar a los exportadores estadunidenses, complicando aún más la relación trilateral.
En términos macroeconómicos, la incertidumbre sobre el futuro del T-MEC y la inversión extranjera podría generar una desaceleración económica, con una posible contracción del PIB de hasta (-)1.5% si los aranceles se mantienen en el tiempo. Aun, si la medida no se implementa de forma permanente, su sola amenaza ya está afectando las decisiones de inversión en sectores clave.
Los aranceles no contribuyen a la integración y al fortalecimiento de la región; todo lo contrario. No solucionan los retos de inseguridad, de migración y del tráfico de sustancias ilícitas.
Trump, y su estilo de negociar sobre amenazas y falsas acusaciones, incrementa la incertidumbre en cuanto a la inversión extranjera y otros indicadores económicos. Pero esa inseguridad no solo golpea a sus socios del T-MEC, también sacude a grandes empresas estadounidenses radicadas en territorio mexicano y en todo el mundo.
Recurrir a los aranceles como arma geopolítica puede acarrear una perturbación radical del sistema comercial mundial y, más tarde o más temprano, el “efecto boomerang” tendría efectos desestabilizadores en la propia economía norteamericana y en sus ciudadanos.
P G – ¿Cuál es la lectura que hace el PT de las aspiraciones extraterritoriales de Trump?
A A – Desde el primer momento denunciamos la política imperialista de la nueva administración, que pretende desconocer la soberanía de los Estados sobre territorios como el Canal de Panamá o Groenlandia, y que continúa castigando a Cuba y su pueblo por ejercer y defender con dignidad su soberanía.
Condenamos la voracidad de un gobierno guiado por los intereses de las grandes corporaciones tecnológicas, que requieren controlar territorios y mecanismos comerciales, fuentes de energía y minerales estratégicos, necesarios para el desarrollo de sus operaciones.
En el caso de Panamá, queremos recordar que los Tratados Torrijos-Carter que se firmaron en 1977, entre el líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter, acordando la transferencia del control del canal a Panamá. No obstante, se creó entonces una administración conjunta entre los dos países para garantizar la transición. No fue hasta 1999 que Panamá tomó el control total del canal y, después de transcurrido un cuarto de siglo, Trump falsea los hechos, desconoce los acuerdos firmados por un presidente de su país y amenaza con una intervención.
Según datos oficiales, Estados Unidos sigue siendo el mayor cliente del Canal de Panamá, representando el 74 por ciento de la carga total transportada. China, con el 21% del transporte, ocupa el segundo lugar, seguida de Japón, Corea del Sur y Chile. Es también una de las rutas privilegiadas y esenciales para el comercio estadounidense. Más del 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos, con un valor aproximado de 270.000 millones de dólares al año, pasa por esta vía fluvial.
En el caso de Europa el presidente de Estados Unidos ha manifestado su intención de apropiarse de Groenlandia (rica en minerales y fuentes de energía) y sumarla a otro importante territorio ártico cuando ha dicho que Canadá debería incorporarse a Estados Unidos. De esta manera, ha puesto presión sobre dos de sus aliados más cercanos, ambos socios en la OTAN.
La relevancia del Ártico, como asunto de geopolítica global está tomando cada vez mayor importancia porque en la actualidad puede ser una nueva ruta marítima, estableciéndose así una rivalidad estratégica. Por un lado, Rusia y China y por el otro, Estados Unidos y la OTAN.
En ese sentido, con una nueva versión de la Doctrina Monroe, todo indica que las amenazas del presidente estadounidense de apropiarse de otros territorios reflejan una aspiración geopolítica, aumentar la presencia de EE. UU. y reducir la de China, en el contexto de la disputa por la hegemonía mundial entre ambas potencias.
P G – ¿Son terroristas los carteles de la droga?
A A – En primer lugar, reitero que desde el Partido del Trabajo reconocemos la actitud de estadista que ejerció nuestra mandataria con el presidente Donald Trump, demostrando que el diálogo con Estados Unidos es una prioridad para enfrentar los problemas que, como naciones vecinas, tenemos en una frontera tan dinámica como la que compartimos.
Es imprescindible que el Gobierno de los Estados Unidos de América adopte estrategias frontales contra las mafias que controlan la importación y distribución de drogas en ese país, que persiga a la industria de lavado de dinero derivado del narcotráfico en su territorio y frene el tráfico de armas.
Por lo mismo, le demandamos al Gobierno Trump que abandone la estrategia de culpar a nuestros países de las graves consecuencias que trae a la sociedad estadounidense el consumo indiscriminado de estupefacientes. La aseveración del gobierno estadounidense de que“las organizaciones mexicanas de narcotraficantes mantienen una alianza intolerable con el gobierno de México” es calumniosa e intenta evadir la enorme responsabilidad que le corresponde.
Vamos a comenzar aclarando que el consumo de fentanilo, un opiáceo sintético cien veces más poderoso que la morfina, se expandió en EEUU por su uso legal ya que sirve de analgésico y anestésico
Lo que ocurre es que, al expandirse su consumo indiscriminado está provocando unas 70 mil muertes al año por sobredosis, y cientos de miles con afectaciones a su salud, muchos de ellos deambulando extraviados por calles de ciudades estadounidenses.
Coincidimos con la presidenta Sheinbaum que, antes de cargarnos a nosotros todo el peso de la crisis, Donald Trump debe responder “¿Por qué no empiezan combatiendo la venta de estupefacientes en las calles de sus principales ciudades? ¿O cómo es que las personas con adicciones compran esa droga? ¿Por qué nunca hemos oído de detenciones en Estados Unidos de los grupos delictivos estadounidenses?”. Así mismo “el consumo y la distribución de drogas está en su país y ese es un problema de salud pública que no han atendido”. Rechazamos que se pretenda presionar al gobierno federal a que actúe en pro de resolver algo que los propios norteamericanos no han resuelto.
Queremos aclarar que homologar el terrorismo con los carteles de la droga es una maniobra con dos objetivos. Por un lado, justificar ante el ciudadano estadounidense promedio, que ha sido sensibilizado por la propaganda, que una acción militar extraterritorial está legitimada por ser antiterrorista. Por el otro, amagar a México con acciones militares o mercenarias en nuestro territorio, violando la soberanía nacional, bajo el pretexto de pasividad o complicidad del gobierno con el crimen organizado.

P G – ¿Tienen posibilidades de éxito las aspiraciones económicas de Trump?
A.A – La política económica anunciada por Trump, si se implementa, no resolverá los problemas de EEUU y, como hemos señalado, puede tener un impacto muy negativo en el comercio internacional, las finanzas y la economía mundial en general.
Esta política surge de la manifestación más visible de esos problemas: el desequilibrio externo. La balanza de pagos de EEUU ha estado en un déficit crónico y creciente desde principios de la década de 1970. En 2024, el déficit sería cercano a un billón de dólares. Los déficits fueron cubiertos por una posición de deuda externa neta que explotó en este siglo de uno a 24 billones de dólares (cerca del 85% del PIB).
El exceso de pasivos estadounidenses ya sea en depósitos, valores o acciones, mantenidos en el exterior. Todo este tiempo los activos estadounidenses en el exterior se han visto respaldados por la aceptación del dólar como instrumento de transacciones internacionales y de reserva. Pero la permanencia, si no la irreversibilidad, del exceso pone cada vez más en riesgo el papel de la moneda estadounidense. A ello se suma la creciente tendencia mundial de recurrir a otras monedas internacionales en las transacciones.
Si su aceptación decayera, si los acreedores y tenedores lo vendieran, su curso se tambalearía. Las repercusiones para la economía mundial y para el nivel de vida del pueblo estadounidense serían muy graves, ya que sufrirían inflación, caídas de la bolsa, crisis financieras y desempleo.
La política económica anunciada por Trump, si se implementa, no resolverá los problemas de EEUU y tendrá un impacto muy negativo en la economía mundial. Esta política surge de la manifestación más visible de esos problemas: el desequilibrio externo, humillante y antinatural para un país grande. La balanza de pagos de EEUU ha estado en un déficit crónico y creciente desde principios de la década de 1970. En 2024, el déficit sería cercano a un billón de dólares.
En esta fase de crisis del neoliberalismo, las grandes corporaciones y los cyberplutócratas, poseedores de las mayores fortunas del mundo, se han persuadido de que, en lugar de compartir la riqueza, la alternativa es la depredación.
Hay razonables dudas sobre las intenciones de los gigantes digitales que combinan el poder del mercado con el poder soberano. No es evidente que estén utilizando el espacio público a través de las redes sociales, para respaldar el proyecto de Trump o estar aprovechándose de una posesión monopólica de los datos para obtener aún más dinero.
Está claro que el movimiento MAGA en torno a Trump ya no quiere pagar por la seguridad mundial por ello abandonan a sus aliados. Hay que decir que Estados Unidos para tener suficiente energía entre gas, petróleo y paneles solares domésticos está amagando sobre nuestro continente para lograr estar abastecido de materias primas.
Por ello se permiten prescindir de la democracia y se inclinan por no rendir cuentas a nadie, su visión económica y financiera es contradictoria con los principios del gobierno representativo. Ese es el punto donde coinciden con Trump y lo que explica su arrogancia y desprecio por los derechos y necesidades de nuestros países.
Alberto Anaya G.* Licenciado en derecho por la Universidad Autónoma de Nuevo León (1983-1988); con posgrado en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México. Fundador y actual coordinador del Partido del Trabajo de México y actualmente Senador y coordinador del grupo parlamentario del partido
Fotos de la nota: Gentileza PT