El estado de la globalización hoy, hace pensar sobre su futuro. Es lo que señala Andrés Solimano, a propósito de las altas tarifas que EEUU está aplicando a determinados productos chinos importados.
El economista indicó que hay una continuidad entre Trump y Biden de aplicar esa política a un amplio rango de manufacturas chinas. “Con esta tarifa de importación se produce un incentivo a la industria del país que impone el impuesto, pero castiga a los consumidores que tiene que pagar un valor mayor”, explica Solimano.
Tampoco se trata de cualquier producto, pues en la lista se encuentran paneles solares, autos eléctricos, turbinas eólicas, semiconductores y baterías de litio. Todos ellos, dentro del rango de los denominados productos verdes que facilitan la transición energética desde los combustibles fósiles.
Es notable cómo China en los últimos 20 años ha transitado de la generación de productos livianos como textil, grifería o plásticos, a ser productor de tecnologías sofisticadas y con acento en los productores verdes, indicó el economista.
Sin embargo, esta decisión de EE.UU “va contra el espíritu de la globalización” precisó Solimano, modelo orientado a que los países importen desde otras regiones productos más baratos y de calidad y que produzcan con mayores ventajas comparativas.
Algunos países industrializados ya han desarrollado capacidades manufactureras livianas y pesadas, entonces ya no está el argumento de la industria naciente para aplicar dichas tarifas, plantea el experto. En el caso de EEUU, el motivo podría responder a posicionarse dentro de la carrera por la hegemonía económica.
La globalización ya ha presentado crisis y dificultades como ha ocurrido con la crisis de 2008, el Brexit, y ahora esta guerra comercial de EEUU contra China. El futuro de integración económica se ve afectada con los cambios geopolíticos, las políticas internas y la competencia por la hegemonía, precisó el economista.
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En el caso de Chile, Andrés Solimano se refirió a la propuesta compartida por tres destacados profesionales que plantean alternativas para las demandas sociales que hoy se encuentran empantanadas, producto de la intromisión legislativa de la oposición que ha frenado reformas en materia de pensiones o tributos.
La propuesta de Hugo Fazio, director general de Cenda; Miguel Lawner, miembro del directorio y Manuel Riesco, vicepresidente de dicha institución, apunta a que el gobierno retire esas reformas del Congreso y que a través de una ley, se autorice el traslado voluntario al Instituto de Previsión Social IPS, entre otras medidas.
Se indica que de esta forma entrarían recursos y habría una mejora de las pensiones, pues el Estado actualmente paga 2/3 de los gastos previsionales y las AFP se llevan las grandes ganancias, explicó el economista.
También señalan que estos recursos podrían sustentar un plan de vivienda e incluyen un análisis sobre la necesidad de aumentar el control del litio y de industrializar el cobre.
Tal propuesta, indicó Solimano, amerita ser analizada porque presenta una visión alternativa a cómo avanzar con reformas paralizadas.