La directora ejecutiva de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina UNRWA España, Raquel Martí, visitó recientemente Chile, para comunicar sobre la situación humanitaria que afecta a Gaza y de los problemas que enfrenta la entidad para gestionar la ayuda.
En una semana marcada por las conclusiones que dio a conocer Naciones Unidas respecto a no existir evidencias que confirmen las acusaciones de Israel sobre la participación de miembros de UNRWA en Hamás, Raquel Martí apuntó a las serias dificultades que enfrentan para revertir sus consecuencias.
Una de ellas radica en la falta de financiación que generó la denuncia, tras el retiro de 16 países de la agencia. Varios de ellos han retomado su membresía, excepto Italia, Inglaterra y EEUU, donde este último país representa el 30% de los aportes.
La representante apuntó que se trata de acusaciones políticas que nada tienen que ver con su neutralidad. Asimismo, señaló que Israel y su gobierno buscan terminar con la agencia de ayuda humanitaria, pues aquella representa el derecho al retorno de los palestinos:
Por otra parte, Raquel Martí también señaló que si Israel está induciendo la hambruna y buscando hacer desaparecer esta agencia – en tanto UNRWA es el eje de la acción solidaria en el territorio-, dejará de haber el apoyo logístico que la entidad brinda a decenas de otras organizaciones que actúan en Gaza.
Al respecto, detalló que la UNRWA es el organismo creado en respuesta a los primeros desplazamientos forzados de 1949, año en que 700 mil palestinos fueron erradicados en el marco del conflicto árabe Israel y que ellos reconocen como Nakba o “desastre”.
La creación de campos de refugiados tuvo al inicio una connotación temporal. Sin embargo, la persistencia del conflicto y de la ocupación armada por parte de Israel en los últimos años, ha hecho que la organización renueve su mandato hasta la actualidad, sostuvo Martí.
La entidad presta servicios sanitarios a 6 millones de refugiados palestinos con una red de 700 escuelas para estudiantes de educación primaria; 145 clínicas de salud con una promedio de 3 millones de prestaciones al año, más otros servicios sociales, principalmente destinados a ancianos y a mujeres jefas de hogar.
Tras el ataque del 7 de octubre, la ofensiva Israelí se ha extremado a dimensiones inimaginadas, sostuvo Raquel Martí, determinando cerrar todos los cruces del territorio ocupado de Gaza, prohibiendo la entrada de alimentos, combustibles y medicamentos desde los camiones que los transportan.
La inseguridad alimentaria está en un nivel catastrófico flagelando a 1. 100,000 personas. El sistema sanitario ha colapsado, siendo bombardeado en un 80%. No se permite el ingreso de anestésicos, por lo que los médicos deben operar sin este insumo en el caso de cesáreas o amputaciones, describió la representante.
Por otra parte la secretaria ejecutiva de UNRWA España desmintió que la llegada de más de 1 millón de personas a Rafah haya sido desde un corredor humanitario, dado que los gazatíes han sido forzados a este desplazamiento en medio de asesinatos y bombardeos.
Junto con ello, indicó que la situación del hacinamiento en Rafah es extrema: sin agua y con la proliferación de enfermedades infecciosas:
La representante de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, hizo un especial llamado a defender el mandato de UNRWA, manifestando que si la organización debe desaparecer, eso no sea por decisión de Israel “sino cuando la población refugiada logre tener sus derechos reconocidos y puedan regresar a sus hogares o puedan determinar lo que quieren hacer con sus vidas. Haremos todo lo posible por seguir trabajando y por estar en Gaza pese a todos los impedimentos y de todos los problemas que nos pueda poner Israel”, expresó Martí.