El fósil se encuentra en el Museo de Historia Natural de Río Seco, en la austral ciudad de Punta Arenas, y ahora será preparada para el trabajo científico que permitirá estudiar detalles sobre su forma de vida, su especie, sus enfermedades y entre otros.
La paleontóloga e investigadora de la Universidad de Magallanes (UMAG) Judith Pardo es quien lidera el proyecto científico.
Por primera vez fue presentado en público el fósil de “Fiona”, la ictiosauria que fue extraída desde el Glaciar Tyndall, Región de Magallanes, en plena Patagonia Chilena, tras una campaña científica que se desarrolló entre marzo y abril de este año.
En el Museo de Historia Natural de Río Seco, en Punta Arenas, está el ejemplar fósil, contenido en rocas que ahora comenzarán a ser removidas para que la paleontóloga de la Universidad de Magallanes (UMAG), Judith Pardo, y su equipo, comiencen con la investigación científica que permitirá indagar detalles sobre “Fiona”, como su especie, forma de vida, enfermedades, entre otros. Y también, analizar a los dos embriones que están en su cuerpo y determinar si hay más.
“Fiona” es el primer ictiosaurio completo excavado en Chile, y es la única hembra preñada de edad Valanginiana – Hauteriviana (que tiene entre 129 y 139 millones de años del Cretácico temprano) registrada y extraída en el planeta.
“El trabajo de preparación que viene ahora consiste en liberar el fósil de la roca para poder ver su anatomía, las partes que están ocultas en la roca. En el caso de la Fiona, se ve todo el esqueleto expuesto, casi completamente, por un lado, pero en el otro que está bajo la roca vamos a poder ver características anatómicas que no conocemos y que están ahí dentro, y eso nos va a permitir tener más resultados para desarrollar la investigación”, explicó Judith Pardo.
Esta preparación puede tomar hasta tres años, debido a que es un trabajo delicado y también a que no existe capital humano técnico en paleontología en la Región de Magallanes para desarrollar esta labor. “Por ello , tenemos que traer gente de otras partes para limpiar la roca del hueso y a la vez formar a gente acá en la región, que sepa hacer ese trabajo para que después, más adelante, lo pueda hacer gente local y no tengan que venir personas de afuera a hacerlo”.
A la par de esta limpieza y preparación del fósil, se va a desarrollar el trabajo científicos: “Lo que más importa en este caso es el cráneo y las aletas, esos son los elementos más diagnósticos para la clasificación de especies, para poder determinar a cuál especie corresponde y publicarlo, entonces al tener liberada la cabeza y las aletas ya podemos publicarlo”, sostuvo Pardo.
El fósil se encuentra en el Museo de Historia Natural de Río Seco, en Punta Arenas, donde se está instalando un laboratorio paleontológico que permitirá realizar esta preparación para continuar los estudios científicos, pero también para ser exhibida al público en el futuro, lo que se podría concretar en dos o tres años, según detalló el director Miguel Cáceres.
“Asumimos con una tremenda responsabilidad al estar involucrados en una etapa tan importante del proyecto de la doctora Pardo, que es la etapa de preparación para llegar a obtener los resultados de la investigación de Judith y el trabajo museográfico que va a consistir en la preparación para poder exhibir este material fosilífero tan importante para la región”.
“Nosotros vamos a implementar un laboratorio de colecciones paleontológicas, que va a permitir preparar el fósil, hay que pensar que cada uno de los bloques que ustedes vieron pesa alrededor de 200 kilos. Entonces vamos a tener que implementar una serie de aparatos y dispositivos técnicos y máquinas que van a permitir resguardar los bloques, el armado del esqueleto y la posterior preparación que va a durar alrededor de dos años más para poder llegar a exhibir la pieza completamente como va a quedar para la posteridad”, afirmó el director del museo.