Lorena Pizarro: “Las luchas históricas del mundo social deben materializarse en leyes que mejoren la calidad de vida de l@s trabajador@s y sus familias”

Lorena Pizarro, hija del detenido desaparecido Waldo Pizarro y de la dirigente social Sola Sierra, anunció su candidatura a diputada por el Distrito 13 – el cual comprende las comunas de El Bosque, La Cisterna, Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo, San Ramón y San Miguel, cupo que actualmente tiene el diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quien luego de tres periodos competirá por un escaño en el Senado por la región Metropolitana.  

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos inscribió su candidatura ante el Servicio Electoral por la lista única del Pacto Apruebo Dignidad, compuesto por Partidos y movimientos de Chile Digno y el Frente Amplio.  

La postulante al Parlamento calificó como un gran privilegio poder continuar con el trabajo de Teillier, el cual se ha visto reflejado en su cercanía con los habitantes del distrito.  

 

A juicio de la dirigente, lo que se requiere es impulsar cambios sustanciales en la estructura legislativa, ante la ausencia de normas que garanticen la defensa y promoción de los Derechos Humanos.   

 

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, sostuvo que el próximo Parlamento tiene que defender férreamente el derecho a la vida y la dignidad humana, pues ambos principios han sido relativizados desde el retorno a la democracia.  

 

Lorena Pizarro dijo que las luchas históricas del mundo social deben materializarse en leyes que apunten a mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias.  

 

La diputada por el distrito 13 indicó que el hecho de que la zona sur del país concentre la mayor cantidad de detenidos en el contexto de la revuelta popular, responde a que esas comunas fueron sometidas a un nivel de marginalidad extrema, y que se expresa en la lucha constante por mayor justicia social.  

 

Pizarro desde el 2003 es presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, misma dirigencia que realizó su madre desde 1977 hasta 2003, año de su fallecimiento.  

Derechos humanos ayer, hoy y siempre:

El pasado 30 de agosto se conmemoró el Día Internacional del Detenido Desaparecido, en este contexto se realizó una serie de seminarios en donde diversos actores sociales se refirieron a la forma en que el terrorismo de Estado se ha desplegado  especialmente en nuestro Continente.

En primer término la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desparecidos Lorena Pizarro, recordó  que desde el regreso a la Democracia, lamentablemente la autoridad no ha hecho ninguna gestión concreta en justicia y reparación.

 

Lorena Pizarro lamentó que la desaparición  forzada se haya extendido de manera preocupante   no solo en América, sino que por todo el Mundo.

 

Del mismo modo el presidente de la Comisión Chilena de DD.HH. Carlos Margotta recordó que ya desde principios  de la década de los 70, se frenaron  las reivindicaciones  sociales mediante  el uso de la represión y el asesinato, en directa alusión a la Dictadura de Pinochet.

 

Carlos Margotta enfatizó que unos de los principales desafíos de la Convención Constituyente  en torno al nunca más, son reestructurar las F.F.A.A y de Orden, además de la reformulación del Poder Judicial.

 

Así mismo el abogado y académico Claudio Nash saludó  la labor de las agrupaciones   humanitarias   en el Continente, pues su luchas han permitidos  la concreción de una importancia jurisprudencia  que condena las violaciones de DD.HH.

 

El integrante  del departamento de DD.HH. de la Universidad de Chile manifestó su preocupación  por el aumento creciente de los gobiernos autoritarios defensores del modelo neoliberal, quienes podrían replicar la violencia y el autoritarismo  para imponer sus ideas.

 

En Chile las agrupaciones de familiares de víctimas, y el mundo de los derechos humanos conmemoran como el Día Internacional del Detenido Desaparecido. Durante el período de dictadura cívico militar vivido en nuestro país, fue una práctica sistemática utilizada por la Junta Militar y sus organismos represivos para eliminar a quiénes consideraron “enemigos internos”.