Parlamentarias y dirigentes sociales representantes del distrito 9, que comprende comunas como Recoleta, Conchalí, Cerro Navia, Lo Prado e Independencia entre otras, enfatizaron la necesidad de cambiar la Constitución dictatorial, en el marco del plebiscito constituyente del 25 de octubre próximo.
En primer término, la diputada Karol Cariola subrayó que a diferencia de lo que plantea la Derecha, la Constitución tiene una incidencia directa en derechos sociales tan esenciales para la ciudadanía, como son la salud, la educación y la vivienda.
Karol Cariola ejemplificó en el Derecho a la Salud como la Carta Fundamental de Pinochet ha mercantilizado prerrogativas especialmente sensibles para la población.
Del mismo modo, la diputada Maite Orsini sostuvo que el modelo económico y social que rige a Chile, se sustenta en un Estado subsidiario, incapaz de garantizar bienestar especialmente a los sectores más vulnerables, situación amparada por la Constitución que nos rige en la actualidad.
Maite Orsini recalcó la urgencia por contar con una Constitución feminista que incorpore la posibilidad que las mujeres puedan decidir sobre la salud sexual y reproductiva, garantizando además un trato laboral igualitario, especialmente en lo salarial.
Desde el colectivo “Independencia Constituyente” su coordinadora Michelle Petaut advirtió que la Carta Magna de 1980, ha influido negativamente en nuestra sociedad, al inyectar un sentido materialista y competitivo en la población, lejano a los mas mínimos principios de solidaridad.
La abogada y activista social Michelle Peutat fustigó la permanente insistencia de la Derecha por incluir meras modificaciones a la Constitución, pues lo que Chile requiere es un Estado y una institucionalidad que se haga cargo de los desafíos futuros y no siga anquilosada en el pasado.
Todas las dirigentas coincidieron que el triunfo del Apruebo en el plebiscito, es el principio del fin de uno de los enclaves más duros de la Dictadura, el cual ha impedido mediante una serie de trabas y resquicios legales, lograr avances esenciales , tal como ha quedado demostrado en el rol asumido por el Tribunal Constitucional como tercera Cámara Legislativa y el excesivo presidencialismo que ha permitido , por ejemplo, a Sebastián Piñera amenazar con vetar las iniciativas de ley que no son de su conveniencia.