Fue un 24 de Agosto, el de 2010, cuando la Selección de Chile de Fútbol Femenino logró la Medalla dorada de Campeón del Torneo de Fútbol Femenino en los Juegos Olímpicos de la Juventud “Singapur 2010”, luego de ganar 3×2 a Turquía en la Semifinal, con lo cual aseguraba metal, y empatar 1×1 con Guinea Ecuatorial, partido que Chile ganaba, y definir en Penales ante el rival que derrotó a las sudamericanas en la I Fase.
En la definición que no se pudo evitar, Chile quedó con la posibilidad en el quinto lanzamiento luego de que Guinea Ecuatorial perdiera su tiro al taparlo sin soltar balón Paola Hinojosa, recayendo la oportunidad en Romina Orellana, quien se transformó en la última heroína, la definitiva, para que el equipo de Rodrigo Valdés alcanzara el primer éxito internacional de una selección chilena de damas: un primer lugar en un torneo de cualquier magnitud.