Este 2 y 3 de julio se cumplieron 34 años del asesinato en Dictadura de Rodrigo Rojas De Negri y el intento de homicidio de Carmen Gloria Quintana, en la causa conocida como caso quemados, donde una patrulla militar roció con gasolina a ambos jóvenes y posteriormente los abandonó.
El diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, afirmó que este hecho tiene que estar muy presente en la memoria colectiva para que nunca más se vuelva a repetir.
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, calificó el caso quemados como un claro ejemplo de la crueldad con que actuó la Dictadura, asesinando y haciendo desaparecer al pueblo chileno.
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, expresó el horror de recordar ese día lleno de lucha, pero conociendo una vez más la barbarie de la Dictadura en contextos de revuelta social.
El senador y presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, afirmó que el caso quemados debe servir de lección para avanzar hacia un mejor futuro, con respeto irrestricto a los Derechos Humanos y a la Democracia.
El diputado del PC, Boris Barrera, hizo un llamado a no perder la memoria histórica, ni abandonar la lucha contra el negacionismo, a 34 años de uno de los crímenes más horrendos de la Dictadura.
El presidente de las Juventudes Comunistas, Camilo Sánchez, indicó que tanto el asesinato el crimen de Rojas de Negri como las secuelas físicas y psicológicas de Quintana, son la evidencia más brutal de lo que está dispuesta a hacer la derecha con tal de defender sus intereses.
Rodrigo Rojas falleció cuatro días después, mientras que Quintana, que actualmente es profesora universitaria, sobrevivió al ataque con quemaduras en más del 60% del cuerpo. La dictadura de Pinochet dejó más de 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos, según datos oficiales consignados en el llamado informe Rettig.