Tal como se había anunciado hace un par de semanas, se concretó el segundo cambio de gabinete en lo que lleva la administración de Sebastián Piñera. Para muchos dirigentes políticos esto obedece a un cambio cosmético y no representa medidas de fondo destinadas a enfrentar el complejo escenario que vive hoy el país.
En primer término, el diputado y presidente del partido Comunista, Guillermo Teillier, sostuvo que los ajustes en el gabinete reflejan un fracaso rotundo en una serie de iniciativas del Ejecutivo como son la relación con los pueblos indígenas -particularmente en la Araucanía- o la errática conducción internacional del país reflejado en el cuestionado viaje a Cúcuta de Sebastián Piñera.
Guillermo Teillier insistió en que este cambio de gabinete no representó un giro distinto a las políticas económicas y sociales que hoy son rechazadas de manera generalizada por la población, como son el proyecto previsional del gobierno o la contrarreforma laboral que sólo desequilibra la balanza en contra de los trabajadores.
Por su parte, el diputado de Convergencia Social, Gabriel Boric, expresó que con esta decisión presidencial –particularmente en Desarrollo Social, queda claro que las políticas de protección a la infancia, de consulta a los pueblos indígenas y el plan Araucanía –liderada por el ahora ex ministro Alfredo Moreno- no eran importantes para el gobierno.
Del mismo modo, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, expresó que la omisión de algún cambio en los ministro de corte político del gobierno, representa una continuidad y posible aumento de los conflictos y trabas surgidas entre el Congreso y el Ejecutivo.
Daniel Nuñez, diputado del partido Comunista advirtió que el gobierno sigue siendo incapaz de hacer una autocritica profunda respecto a sus errores y desaciertos de gestión, tal como quedó demostrado en esta suerte de enroque ministerial de carácter efectista, aseveró.
Este ajuste ministerial se concreta luego de un complejo escenario que vive actualmente el gobierno en el ámbito de un bajo crecimiento económico para el país, que se espera no supere este año el 2,5 %, además un aumento de las tasa de desempleo que marca un promedio de casi un 7 %.
Esto, sumado al colapso de hospitales y Cesfam, y el rechazo a las contrarreformas propuestas, lo que queda reflejado en el retroceso de 12 puntos tanto para la figura del Presidente como para la percepción de su gobierno por parte de la encuesta CEP .Este mismo muestreo revela que la evaluación del Mandatario como personaje político bajó a 29 puntos porcentuales, con una desaprobación de 40 puntos, siendo la figura pública que más retrocedió en percepción positiva.