(Carlos Poblete Ávila, Profesor de Estado). Esta Humanidad que somos cada cierto tiempo llama ‘ urbi et orbi ‘, a realizar algunas celebraciones, son actos y ceremonias fugaces.
Generalmente dichas invocaciones las hacen organismos internacionales, entre otros, la ONU. Esta vez le tocó a la Tierra. También este 23 de abril, le correspondió al Libro.
Son llamados a tomar conciencia por un día …, porque al siguiente todo es olvido.
Nuestro planeta sigue saturado, maltratado, agredido, destruido; así como el libro pasa sin pena ni gloria. La población chilena es la que menos lee.
Las preguntas son ¿ Qué hacer ? y ¿ Cómo hacer ? para producir en la sociedad una mutación radical de las conductas humanas. Se dice y postula que todo debe ser y ocurrir desde las escuelas, esa es una responsabilidad muy cierta. El asunto es que en nuestro país las entidades educativas – todas – viven como sistema una aguda crisis, por no decir un franco colapso. De valores poco o nada. También la formación más integral a toda escala se ve muy resentida. Dicho crítico estado nos viene desde algunas décadas, y ya parece crónico.
Mientras tanto … nuestra Tierra que lleva varios cumpleaños a cuesta, no es infinita, porque en tanto cuerpo material que es algún día también llegará a término. Como se ha dicho ella es nuestra única casa, y no la cuidamos, ni siquiera la respetamos.
Pronto el planeta contará con 8 mil millones de seres humanos sobre su faz. El 90 % vivirá en ciudades saturadas de industrias, polución y otras basuras, y el suelo cubierto de pavimento. Así como van las cosas los riesgos son severos. La especie humana está en peligro y todo lo que en la Tierra aún vive. Obligados estamos a cambiar los nocivos hábitos de existencia. Los poderíos del mundo han de modificar sus malas costumbres, y sus ideas reñidas con la ética.
Tomar verdadera conciencia individual y colectiva permite transformar las cosas, y es una posibilidad de salvación.
Chile, abril de 2019