(Por Juan Gajardo López / Profesor / miembro comisión política PCCH). La derecha, usando su condición de ser gobierno, aprovechó el periodo estival para reforzar bases de apoyo para lo que será su segundo año de gobierno, en el cual se asume deberá intentar hacer aprobar un conjunto de proyectos que definen su carácter y en esta perspectiva, lo más probable es que genere cambios en su línea directa de mando (ministerios, subsecretarías, intendencias, gobernaciones) buscando así tratar de evitar los variados y múltiples errores de gestión que caracterizaron su primer año y que le llevaron a una rápida pérdida de su base de apoyo.
Temas como la crisis de Venezuela han permitido al gobierno camuflar su incapacidad en la gestión gubernamental propiamente tal, la cual se hace evidente, incluso en este periodo, por ejemplo en el como se han enfrentado los fenómenos climáticos que han afectado a la zona norte del país, en lo cual la reacción de las autoridades de derecha ha sido lenta y carente de coordinación, lo mismo que frente a los incendios forestales en la zona sur. Digamos y como comentario marginal en esta oportunidad, que los efectos del cambio climático comienzan a sentirse con fuerza en Chile y este gobierno parece decidido a seguir impulsando y autorizando proyectos de desarrollo empresarial atentatorios contra el medio ambiente.
Lamentablemente para Chile y sus habitantes, las dos principales promesas de campaña del señor Piñera se ven lejanas en su cumplimiento. A un año de gobierno la inseguridad ciudadana se ha incrementado y el desarrollo económico que posibilite mayor empleo no se ve, al contrario, es desmentido por los índices oficiales de la actividad económica. El gobierno, a lo menos públicamente, no se hace cargo de esta situación y como al parecer lo más importante para ellos es prolongar el gobierno durante otros cuatro años a partir del año 22, caen en una especie de obsesión por intentar destruir algunas de las reformas claves del gobierno anterior y, no apelando a razones técnicas, sino a las fobias que personalizadas en la ex presidenta, son en definitiva contra cualquier intento por modificar la situación de privilegio que forjaron a partir de la dictadura. Es esta conducta política macro, la que se ve reflejada en conductas individuales como las de los señores abogados Pérez Cruz y Rosselot.
Es así como el gobierno anuncia una contrarreforma tributaria, cuando la reforma anterior aún no se encuentra plenamente en régimen y por tanto, carece de un fundamento técnico, de evaluación objetiva, esta pretensión. El extremo ideologismo de esta administración busca favorecer con una disminución de impuestos a una ínfima minoría, asumiendo que los mayores recursos de los cuales esa minoría dispondrá, los reintegrará a la actividad económica provocando una aceleración del crecimiento. Situación similar se enfrenta en el terreno de lo educacional, donde la actual ministra con tosudez y desechando opiniones de expertos de su propio sector, emprende una publicitada gira en su afán de reponer la discriminación en el ingreso a los establecimientos educacionales.
Otros dos temas en los cuales el gobierno ha anunciado proyectos de reformas en lo previsional y lo laboral, ambas con alta importancia. Padecemos de un sistema previsional generado en plena dictadura por uno de los hermanos del actual presidente, que ha comprobado ser ineficiente e injusto. Lamentablemente en el anterior gobierno no se logró legislar y el malestar popular contra las bajas jubilaciones que entrega este sistema, es escamoteada y manipulada por los publicistas del gobierno, para intentar hacer creer que los problemas que tiene este sistema se resuelven profundizando aún más las características de estas AFP, o sea, seguir con un sistema de ahorro previsional exclusivamente individual y administrado por los de siempre en un esquema de mercado no transparente. Donde si el gobierno anterior intervino fue en las relaciones laborales, donde con una reforma que muchos en su momento criticaron por incompleta, sin embargo mostró que logra fortalecer el movimiento sindical, cuestión clave si el objetivo es defender los intereses de los trabajadores.A estos dos últimos intentos de la derecha gobernantes el movimiento sindical se prepara a responder.