A pocos días de conmemorarse el triunfo del No en el plebiscito de 1988, diversos actores políticos que fueron parte de este proceso histórico entregaron su perspectiva sobre un hito que marcó el principio del fin de una dictadura que rigió al país por 17 años.
En primer término, el ex diputado Sergio Aguiló manifestó que si bien en 1988 las diferentes fuerzas de oposición sabían que un triunfo electoral aquel 5 de octubre era posible, el temor radicaba en la opción de que la dictadura no reconociera los resultados reprimiendo las legitima opinión del pueblo movilizado.
Sergio Aguiló recordó que la mística lograda por los dirigentes que se oponían a la Dictadura de Pinochet surgía entonces de manear espontanea y sin ningún interés político, pues había una convicción de que el sacrificio de muchos que entregaron su vida durante la represión, hacia urgente lograr la derrota de Pinochet.
Desde otra perspectiva , la ex ministra de la Mujer y la Equidad de Género Claudia Pascual invitó a todos aquellos que se sientan representados con el triunfo del No, al acto artístico cultural que tendrá lugar el próximo viernes 5 de octubre en el Paseo Bulnes , comuna de Santiago, para conmemorar los 30 de lo que significó el principio del fin de la Dictadura.
Para el ex senador Jaime Gazmuri, el triunfo del NO tiene una repercusión determinante para Chile, pues si Pinochet se hubiese impuesto aquel 5 de octubre de 1988, habría perpetuado su régimen de violencia y represión durante 8 años más, lo cual habría generado un clima complejo y lacerante en nuestro país.
Del mismo modo, el dirigente socialista Arturo Barrios -quien en 1988 recién asumía la vicepresidencia de la FECH- explicó que a 30 años de esta gesta política, existen una serie de interpretaciones y lecturas errónea de lo ocurrido ese 5 de octubre , pues el plebiscito lejos de ganarse sólo con un lapiza y un voto, también implicó la movilización e incidencia de un grupo importante de movimientos sociales, aclaró.
Trasladándose a los tiempos actuales, Arturo Barrios insistió en que la misma unidad que en 1988 manifestaron los distintos actores políticos y sociales para vencer a Pinochet, debe replicase en este periodo marcado por una fuerte arremetida de los sectores de la Derecha más reaccionaria.
Todos los personeros coincidieron que aquel 5 de octubre de 1988 no es el principio, sino el culmine de una lucha muy ardua , sostenida por años en las barricadas ,los barrios, las fabricas ,los colegios y universidades quienes se plegaron a una acción de protesta en contra de una Dictadura sangrienta , la cual pudieron derrocar también con el sacrificio de muchos hombres y mujeres que perdieron la vida durante este proceso y que merecen por cierto ser también recordados , concluyeron.