(Vía elsiglo.cl) Ex Presidenta Michelle Bachelet recibió premio “Alianza Progresista 2018” por su lucha por la “libertad, justicia y solidaridad”.
Por: Daniela Pizarro. Periodista. Este domingo 29 de abril la ex Presidenta Michelle Bachelet fue homenajeada por Alianza Progresista, un organismo internacional que agrupa a partidos políticos de centroizquierda de todo el mundo. En la oportunidad la ex mandataria recibió el Premio “Alianza Progresista 2018” producto de su lucha por la “libertad, la justicia y la solidaridad”. Valores que enarboló tanto cuando fue directora de ONU Mujeres como en su segunda administración en La Moneda, lo que quedó plasmado en las políticas que impulsó y que llevaron a Chile a lograr mayor equidad y justicia social.
Esta es la segunda vez que se entrega a este reconocimiento. El año pasado -en su primera versión- fue galardonada Etta Rosales, líder activista política y luchadora por los derechos humanos en Filipinas.
De la ceremonia realizada en el ex Congreso Nacional participaron delegaciones internacionales de partidos de centroizquierda de una docena de países, como Argentina, Brasil, Uruguay, Suecia, entre otros. Estuvieron ex ministros, funcionarios de Gobierno y parlamentarios. Participó la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, y el presidente del Senado, Carlos Montes. También hubo representantes de todas las colectividades de la Nueva Mayoría. Asimismo, llegó un centenar de adherentes de la ex Presidenta, quienes la vitorearon y celebraron cada una de sus intervenciones.
Tras recibir el premio la ex Jefa de Estado, ante una sala repleta, entregó un discurso donde repasó algunos de los logros de su mandato y destacó la vigencia del progresismo.
“Lo esencial es no perder la vista de vista la vigencia del proyecto progresista, el que en libertad se propone avanzar en igualdad de derechos y oportunidad para todos, el que no ve en el mercado el juez de nuestra vida social, sino que en la política y el debate tolerante. El que sabe que una sociedad inclusiva, diversa y abierta al mundo es más fuerte que una sociedad desigual y encerrada en su ignorancia”, recalcó.
Y agregó que “esta premiación de la Alianza Progresista representa algo más: no lo tomo como un premio al pasado, sino que como una alerta para enfrentar los desafíos del presente y un estímulo para enfrentar los desafíos del mañana”.
Asimismo, dijo que el progresismo tiene la responsabilidad de mostrar una alternativa creíble para recuperar el apoyo ciudadano.
Indicó que “hoy en Chile y en todo el mundo los hechos políticos nos muestran que los ciudadanos quieren más cambios, y no menos. Por eso debemos ser capaces de ponernos a la altura de los desafíos, con la claridad de un proyecto político realizable, consistente, que de sentido, que oriente y que reduzca las incertidumbres y que dé certezas a la ciudadanía”.
En esa línea, la ex mandataria sostuvo: “Cada vez que hemos logrados conquistas, ha sido porque lo hemos hecho en unidad. Siempre será la fuerza colectiva, la unión de miles de voluntades y sueños, la que permitirá conquistar logros y mantenerlos en el tiempo”. Añadió que “entendimos que Chile es mejor cuando hay un acuerdo por los cambios, amplio -social y políticamente-, que promueve los derechos humanos y no teme a la libertad”.
“La certeza de que la política sirve. Que es posible hacer cambios en la calidad de vida de las personas. De que se puede gobernar la economía globalizada. La certeza que vamos a cerrar el paso al caudillismo y a la corrupción”, añadió.
En la misma línea, la ex mandataria señaló que “estas certezas provendrán de un nuevo vínculo entre la ciudadanías, las instituciones públicas y los liderazgos. No pretendamos eliminar las fuertes de las incertidumbres porque eso es imposible. Pero seamos capaces de conocerlas, procesarlas, contenerlas y darles respuestas. Eso supone más política y no menos. Más espacio público y no menos. Más democracia y participación, y no menos. Más transparencia y rendición de cuentas, y no menos”.
En una parte de su intervención, Michelle Bachelet manifestó: “No me malentiendan. Soy la primera en reconocer que no hemos podido alcanzar todo lo que nos hemos propuesto. Pero mirando hacia atrás, la izquierda democrática chilena tiene muchos motivos para sentir orgullo”.
“Supone un mayor esfuerzo por conocer y reconocer sin anteojeras ideológicas los dramas cotidianos de nuestros compatriotas. Supone las nuevas realidades que viven. Y ojo que eso no se hace sin una economía dinámica, sin crecimiento el progreso social es una ilusión”, afirmó Michelle Bachelet.
Y haciendo mención a una reunión que mantuvo en el Banco Mundial, aseveró que según cifras de ese organismo “en los países desarrollados el 70 por ciento de la riqueza es gracias a los ciudadanos, y en los países menos desarrollados, es sólo el 40 por ciento. Por la tanto la respuesta era clara: hay que invertir en la gente, en educación, en salud, en empleo de buena calidad”.
Por eso, recalcó que “sin creación de riqueza no podemos ser una opción creíble para la población” y en ese marco sostuvo que “hemos dejado de interrogarnos y de innovar sobre la economía progresista y tal vez es porque nos hemos comprado hace mucho tiempo la idea que sólo hay una economía posible. La de los mercados autoregulados, la de la privatización”, sin embargo explicó que “si vemos la actual crisis de bienestar, cambio climático y empleo juvenil nos damos cuenta que no hay solo una economía”.
En ese marco sostuvo que “está en juego un cambio cultural, donde es difícil vencer resistencias instaladas por décadas y donde no basta con proponer un horizonte…Las personas quieren que les respondamos ahora con propuestas”.
En ese camino expresó que “por eso considero tan importante que volvamos a conectarnos con la reflexión, con la investigación, con la pedagogía y con el terreno, para terminar con la brecha que nos aleja de una ciudadanía distante y -con justa razón- desconfiada”.
Y apuntó Bachelet: “Por eso una de nuestras tareas más urgentes es elaborar y ofrecer nuevas certezas a la ciudadanía”.
La ex Gobernante, también, se refirió a los discursos nacionalistas que resurgieron y que incitan a la discriminación, situación que expresó ve con preocupación.
“Vemos con inquietud como el nacionalismo irracional vuelve a la escena de la mano del populismo, aquello que vimos nacer en los años treinta no ha muerto. En Chile hay señales que debemos mirar con seriedad, esto es más grave que copiar un logo de un partido en decadencia, es la propagación de una lectura de las migraciones, de la globalización y de la economía, cargada de mentiras y xenofobia”, manifestó Bachelet.
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