Paracetamol y embarazo: experta UOH aborda la polémica por posible vínculo con autismo
- La neuróloga infantil y docente de Medicina, Paula Pérez, recalcó que no existe evidencia científica que vincule el uso de paracetamol en el embarazo con el autismo y llamó a la ciudadanía a confiar en la investigación rigurosa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró -hace unos días- en una conferencia de prensa que el consumo de paracetamol durante el embarazo podría estar relacionado con el autismo en los hijos.
Sus afirmaciones generaron preocupación, ya que se trata de un medicamento ampliamente utilizado y recomendado en todo el mundo, y porque tales declaraciones carecen de respaldo científico. Expertos internacionales y organismos de salud como la Organización Mundial de la Salud han reiterado que no existe evidencia que sustente esta supuesta relación, mientras que la comunidad médica advierte que este tipo de mensajes desinforman a la población, generan temor en mujeres embarazadas y aumentan el estigma hacia las personas con autismo y sus familias.
Frente a esta situación, la neuróloga infantil y docente de la carrera de Medicina de la Universidad de O’Higgins, Paula Pérez, fue categórica: “vincular el paracetamol con el autismo sin evidencia científica es irresponsable y dañino. Las familias de personas con autismo tienen derecho a recibir información clara y basada en datos reales, no en especulaciones políticas. Este tipo de declaraciones generan alarma pública, afectan la salud mental y pueden llevar a que mujeres embarazadas eviten tratamientos seguros por miedo infundado. La salud pública debe guiarse por la ciencia y la evidencia disponible, y hoy la ciencia ha demostrado de manera consistente que no existe una relación entre el paracetamol y el autismo”.
La especialista recordó que existen estudios de gran alcance que han examinado este tema sin encontrar vínculos causales. Entre ellos, un trabajo publicado en la revista JAMA en 2024, realizado en Suecia con más de dos millones de niños y que incluyó la comparación entre hermanos, descartando cualquier relación entre el uso de paracetamol durante la gestación y el autismo, el déficit atencional o la discapacidad intelectual.
La especialista recalcó que “difundir teorías sin sustento no solo confunde a la ciudadanía, sino que también pone en riesgo la confianza en la medicina y la salud pública. Proteger el derecho a la información veraz y científica es fundamental para evitar daños y reducir la estigmatización”.
Además, Paula Pérez enfatizó que el llamado es a informarse responsablemente y a confiar en la evidencia científica disponible. “Declaraciones sin sustento no solo generan temor y confusión, sino que también ponen en riesgo la salud pública. Garantizar que las decisiones médicas se tomen sobre la base de estudios rigurosos es clave para proteger a la población y promover una sociedad mejor informada, libre de estigmas y desinformación”, finalizó.